Pasé la tarde trabajando; no fue un capricho de momento, ni lo hice para divertirme. Trabajar no es mi hobby …
Luego, fui hasta la casa de Casandra.
Casandra estaba acostada sobre su cama, semi desnuda, ella se adecua a todo lugar que use para dormir, sobre su cama y en la pose erótica que estaba, la sorprendí leyendo a Sartre.
Le conté de mi entrevista con el investigador privado, "Caripera" Smith, quien debería ayudarnos a develar el misterio …por qué en casa de Casandra desaparecían las agujas de los relojes y los módulos luminosos de los relojes digitales ?…Tuve que confesarle que “Caripera” Smith cobraba caro … demasiado para mi capacidad económica.
—Casandra—dije—: debemos solucionarlo nosotros mismos, es posible que nos encontremos frente a un hecho sobrenatural. Llamemos a Fox Mulder y Danna Scully, por más que trato, no consigo imaginar cómo puede alguien meterse en esta casa y desintegrar o extraer las agujas y las tiras de los relojes sin desarmarlos siquiera. Cuántos relojes has comprado este mes? Dieciséis? Gastaste todo tu sueldo en eso?
—Cómo sabés que no los desarma? —me preguntó Casandra. Mirándola bien, era realmente fea.
—Quiero creer que no —dije—. No sé qué sería más increíble: que sacara las agujas sin desarmarlos, o que entrara a tu casa y se pusiera a desarmar relojes sin que tú lo notaras.
Casandra se me acercó y buscó refugio entre mis brazos, era fea, pero olía delicioso y tenía unas formas moldeadas expresamente para mis manos.
—No sé qué hacer —dijo entre sollozos—. Quiero salir ya de esta pesadilla.
Necesitaba la ayuda de "Caripera" Smith para resolver el misterio, me puse a pensar en otra cosa, inicié un apasionado trabajo de caricias y palabras gracias al cual dos o tres horas después conseguí favores extraordinarios de Casandra.
Valga decir que yo no estaba enamorado de Casandra, ni era mi esposa, novia, nada similar, pero éramos amigos y practicábamos sexo solidario, en pro de la salud mental (de ambos).
Fui donde “Caripera” Smith a la mañana siguiente, saqué todos mis ahorros, y se los dí, conste que no estaba enamorado de Casandra, pero bue ..algo de afecto había para gastarme mis ahorros en un detective privado.
—Qué cosa sucede en una casa donde no hay relojes con agujas, ni relojes digitales que marquen la hora? —me preguntó “Caripera” Smith — Digame Marco Vechio — ese es mi nombre — que pasa con una persona que habita en una casa donde los relojes no marcan el tiempo?
Esa pregunta de “Caripera” Smith me dejó una duda existencial terrible, tanto así que para sacarme de la mente a Casandra, ante el peligro de que cada vez se me quedara más enquistada en ella, me fui a un retiro budista en Katmandú por dos meses.
Entre tanto monje calvo, encerrado y contemplando la naturaleza, me aburrí como una ostra, pero me sobró tiempo para pensar … “ que hace una persona, en una casa donde no pasa el tiempo ?” … Fácil … no me di cuenta ! “Caripera” después de ver el dinero me dio la solución, no envejece, Casandra no envejece … o sea fea y todo, pero siempre tiene la misma edad …
Empecé a recordar como conocí a Casandra, y me vino a la memoria ella llevando a su hijo a clases, Heliogábalo, su hijo, fue compañero mío en primaria, y Casandra ya era la misma de hoy …como no me di cuenta antes ? Heliogábalo se graduó de arqueólogo submarino y murió queriendo reflotar el Titanic para volver a hundirlo … Casandra seguía igual.
Salí del retiro y tomé el avión de regreso, tenía el problema resuelto y me hubiera ahorrado el dinero de “Caripera” Smith, pero ahora lo importante era salvar a Casandra de la cárcel porque perder el tiempo es crimen capital en este país … y la única manera era … casándome con ella aunque a estas alturas ya fuera medio siglo mayor que yo …
Se lo texteé a mi madre, que me esperó en el aeropuerto con una cara de funeral terrible
—Hijo—dijo entre lágrimas—Lamento decirte que Casandra Casares ya se ha casado ….
Salí corriendo hasta lo de Casandra, como podía hacer eso? Casarse sin darme aviso ni cursarme solicitud de autorización!
Eso excedía los límites que yo estaba dispuesto a tolerar. Pero insisto, no estaba enamorado de Casandra.
Cuando llegué a la casa y entré, vi que el nuevo esposo de Casandra no era otro que "Caripera" Smith.
—¡Adelante, amigo, únase a la fiesta! —dijo al verme. Tenía a Casandra
abrazada por la cintura y luego con una mano le apretaba ostensiblemente una nalga, como para marcar propiedad. Ah, Casandra, tan fea que era por lo regular,
ahora estaba tan salvajemente hermosa!
—No, gracias —dije, contestando a la proposición de "Caripera"—. Sólo
vine a darles mi bendición.
—Pues adelante, entonces: dánosla —me instó Casandra.
Estuve a punto de agarrar a patadas a “Caripera” por traidor, pero me contuve. En lugar de eso les hablé así:
—Bendigo a ustedes por esta nueva forma de libertad, usufructuada a dúo.
"Caripera" Smith me aplaudió con una mano sola; la otra no podía
desprenderse de una nalga de Casandra.
—Por otra parte —continué—, creo que es de gran importancia que definan
ustedes cuáles serán las reglas de juego de esta unión. Por
ejemplo, sugiero que se pongan de acuerdo en el tema de las relaciones
extramaritales. Serán toleradas, o no?
—No —dijo "Caripera", y sacó una navaja que tenía escondida en el pelo. Se quedó quieto.
—Y tu Casandra? Que opinás? Sabe este hombre la edad que en realidad tenés? Producto de este crimen inconfesable de quitarle las agujas y las tiras digitales a los relojes? —interrogué.
—Digo que eso no es de tu incumbencia —me contestó ella con
arrogancia.
Él, sin soltar la nalga de Casandra, se acercó exhibiendo el filo de su navaja.
“Solo exijo pernoctar con Casandra una vez más – dije – si no me veré obligado a denunciarlos a ambos ante la Comisión Nacional Punitiva contra la Pérdida de Tiempo”
El navajazo me cayó en el ojo, por lo que no pude ver la expresión de Casandra mientras agonizaba ….
Irónico, antes de morirme, me pareció oír las doce campanadas del reloj de la sala.
No podemos menos que mencionar un ejemplo, al momento de tratar de introducir “Recuperar el mar” y explicar s temática, o sea la ruptura del hombre con su medio ambiente, sonó un trueno fortísimo … natural, nada de efectos de sonido …
- Sabés que no soporto de ustedes los hombres ? – me tiró a la cara con actitud de sentencia una buena amiga – no soporto que se “acomoden” en público …delante de nosotras …