
Que desaparecen, artículos, personas, expedientes, proyectos de ley, recorridos de caravanas presidenciales, hojas de vuelo de aviones venezolanos …en fin! Son cosas de todos los días …
Pero que desaparezcan 130.000 pechos inflables que iban a ser regalados con una revista Sídney (Australia) y no aparezcan nunca más … digame si no suena extraño.
La revista masculina australiana "Ralph" alertó hoy a las autoridades de Australia, donde se publica, de la desaparición de 130.000 pechos inflables, valorados en un dólar cada uno (muy finos por supuesto, “diadolar”), mientras eran transportados entre China y Australia.

Los 130.000 pechos inflables iban a ser regalados con un ejemplar de la revista “Ralph”, en su edición de diciembre y la dirección asegura que el contenedor con estos juguetes eróticos salió de Pekín hace dos semanas. Sin embargo, el contenedor en el que iban los pechos inflables apareció ayer vacío, cuando arribó al puerto de Sídney el barco en el que era transportado.

Quien se robó los pechos inflables????
Ahora bien, un bulto de 130 000 pechos inflables no es así de fácil, de embolsarse, metérselos debajo de la camisa y salir silbando una canción de la Arrolladora Banda Limón haciéndome el disimulado, aparte, seamos sinceros … para que los quieren?
Veamos bien …


Creo que este es un caso que se va a ir a “Cold case” porque calculo que ni los de la revista “Ralph” a estas alturas los quieren recuperar ….
… para que?
Recordaremos el 2015, como el año de tres técnicos en Selección Nacional y la luz no se enciende todavía, por las transas, truncias y chanchadas del FIFAgate y los pleitos entre jugadores seleccionados y directivos, por pedir sencillamente … lo que era justo.

Tantos falsos profetas, Apòstoles de la Nada, religiones raras, cultos torcidos, vienen anunciando el fin de mundo hace tanto tiempo, que ya lo tomamos a changoneta … o peor aùn, tal vez el fin del mundo ya fue y no nos dimos cuenta …

(“Creo en las políticas más que en los hombres y mujeres que hacen política, los políticos somos anécdotas, y el cementerio está lleno de políticos que alguna vez se creyeron su propia anécdota” Martín Redrado. Político argentino).