
Que desaparecen, artículos, personas, expedientes, proyectos de ley, recorridos de caravanas presidenciales, hojas de vuelo de aviones venezolanos …en fin! Son cosas de todos los días …
Pero que desaparezcan 130.000 pechos inflables que iban a ser regalados con una revista Sídney (Australia) y no aparezcan nunca más … digame si no suena extraño.
La revista masculina australiana "Ralph" alertó hoy a las autoridades de Australia, donde se publica, de la desaparición de 130.000 pechos inflables, valorados en un dólar cada uno (muy finos por supuesto, “diadolar”), mientras eran transportados entre China y Australia.

Los 130.000 pechos inflables iban a ser regalados con un ejemplar de la revista “Ralph”, en su edición de diciembre y la dirección asegura que el contenedor con estos juguetes eróticos salió de Pekín hace dos semanas. Sin embargo, el contenedor en el que iban los pechos inflables apareció ayer vacío, cuando arribó al puerto de Sídney el barco en el que era transportado.

Quien se robó los pechos inflables????
Ahora bien, un bulto de 130 000 pechos inflables no es así de fácil, de embolsarse, metérselos debajo de la camisa y salir silbando una canción de la Arrolladora Banda Limón haciéndome el disimulado, aparte, seamos sinceros … para que los quieren?
Veamos bien …


Creo que este es un caso que se va a ir a “Cold case” porque calculo que ni los de la revista “Ralph” a estas alturas los quieren recuperar ….
… para que?
Un compendioso y muy profesional estudio de la Universidad de Bullshit, de la cual me precio de poseer un post grado, de tan prestigioso centro educativo tengo diploma, medallas, seminarios, talleres (bueno eso los hice en la 29, allá por San Miguelito).

Se acuerdan aquellas épocas cuando nos decían a los varones en la escuela, los profesores, o los sacerdotes en las Iglesias que si nos masturbábamos íbamos a terminar con pelos en la palma de la mano?

“El hombre verdadero ama dos cosas: el peligro y el juego, por eso ama a la mujer, que es el más peligroso de todos los juegos”. Federico Nietzsche. “Thus spoke Zarathustra.”