Eras lo máximo, el non plus ultra, el no va más, hasta que descubriste que ser summa cum laude no alcanza para pagar la escuela de los niños y el gas, y pegaste marcha atrás, ya vas barrabás, para que tener ideas propias si el que tiene ideas opuestas te paga más …?
Y entonces retrocediste, te vendiste, como pájaro que canta solo al que le da mejor alpiste, y en tu despiste, comenzaste a acariciar las espaldas que antes aborreciste, a mimar a los que antes escupiste, Judas de quinta categoría que existencia tan triste; siempre busca padrinos el menos capacitado, pasás a ser el peor ponderado, arrastrado, abofeteado, malogrado, buscando alguien que se logre creer el cuento que le has contado, el cambio de oro por espejitos aún no ha caducado, lamiendo el hueso que te han tirado, y siempre encontrarás a la vuelta de la esquina algún pasmado, que te crea los cuentos y te pague lo adeudado …
Antes tu palabra tenía valor, hoy vale menos que cero, has dejado de ser el rey de la opinión para pasar a ser un chucho faldero.
Y lamés la mano que te alimenta, y escribís más halagos de la cuenta, tanto engolosine con tu nuevo semi Dios nos revienta, sacás panfletos y más panfletos de la imprenta, sos una simple herramienta, hacés que la gente se resienta, se lamenta, tanto palabrerío para tan poca menta; hacés que los demás vomiten y escupan al objeto de tu idolatría, que mala suerte la mía, haberte conocido cuando la suerte te sonreía, cuando era tu propia vida la que vivías, hoy solo sos la resaca de lo que otro bebía, Judas vendió a Cristo pero tenía alguna somera idea de lo que hacía, las treinta monedas de plata terminaron siendo una utopía …
Antes tu cerebro tenía memoria render, hoy se quedó en “loop” y repite el mismo sonsonete trollero, has dejado de ser príncipe de la sílaba …. para pasar a ser un chucho faldero.
Y te quedaste de simple palmeador de espaldas, “todo va bien jefe” mientras llenas su camino de guirnaldas, vendedor de falsedades chinas ninguna garantía te respalda, sos de los parásitos que hablaba Mafalda, pero ella tuvo dignidad y jamás se bajó la falda; vivir a expensas de otros te obliga a cambiar de patrón, pasar del hongo al champiñón, en fin es la misma condición, vivir arrastrado no tiene mérito ni implica ascenso de escalón, te quedas en la misma posición, situación, condición, lamebotas chupamedias lambiscón, garrapatón, todo lo que te rodea huele a corrupción …
Y así deambulás por oficinas palmeando jefes, por templos palmeando predicadores, por partidos políticos palmeando candidatos, por computadoras repitiendo panfletos …
… el que manda es solamente el que tiene el dinero
… has pasado a ser un genuino chucho faldero.
Llegamos al borde de la locura
Todo inició en un abrazo contigo,
más veloz aún el sentimiento
que la emoción ...
La culpa la tuvo mi madre, Ai – Nozomi, venerable anciana a quien se le metió en su obstinada cabeza de campesina japonesa, viuda, con seis hijos varones (mis hermanos), que en lugar de sembrar arroz en los pantanos, había que fabricar micro chips en la mesa del comedor.
Es complejo, más en un país como el nuestro, donde por lo general nadie se hace cargo de nada y la culpa siempre la tiene el otro. (o “los otros” en el caso de política)