Al fin y al cabo … los cuentos de hadas son más o menos así, no?
Conocí a Laura, en una de las tantas despedidas de soltera que le dábamos a una amiga en común, Soledad, que había sido compañera mía en Derecho en la “U” y amiga de infancia de Laura en la escuela primaria …
- Tomás, te prsento a Laura, Laura te presento a Tomás – palabras sonrientes de Soledad con la maléfica intención de emparejar a los amigos solteros …
- Encantado – dije caballerosamente.
- Un gusto – susurró ella
Y nada más, no hubo campanas ni pajaritos trinando, nada, ninguna señal …
Pero fueron demasiadas despedidas de soltera, fiestas de amigos seguidas, así que un día invité a salir a Laura, y en esa misma primera cita, terminamos hechos un nudo entre las sábanas de la cama vieja de mi apartamento de soltero.
De hecho salimos a cenar y al cine un jueves por la noche y Laura terminó yéndose de mi apartamento el domingo al mediodía …. Así de pasional era Laura.
Así que me enamoré hasta los dientes y a las dos semanas le propuse vivir juntos con promesa de matrimonio a corto plazo (así en términos de abogado) y ella sonrió …
- Perdoname que te lo diga de manera tan precipitada, hace poco que nos conocemos – balbuceé ….
- Hace una semana que esperaba que me lo dijeras – sonrió Laura, con esa forma práctica de ver la vida.
Buscamos otro apartamento más grande, y tomamos la decisión de deshacernos de mi cama vieja …”Por ahí deben haber pasado varias” – fue el argumento de Laura.
El apartamento nuevo medio vacío, algunos amigos colaboraron con algún mueble, compramos la cama nueva, amplia, la llevaban un sábado por la mañana …
- Quiero darte una sorpresa, tengo que salir un par de horas – le dije a Laura
- Tranquilo, yo me quedo esperando la cama y ordenando cosas - me despidió Laura.
Y salí a la calle, lo había estado pensando unos días y me animé, me quería tatuar el nombre de Laura en el brazo, para pregonar mi amor obsesivo por ella …
- Mire que es de los que no se borran nunca, a no ser con un injerto de piel – me dijo el tatuador
- Dele con todo …- le respondí.
Tres horas y varios puyones después, salí casi corriendo al aparamento nuevo a mostrarle mi sorpresa a Laura.
Abrí la puerta, sigilosamente para sorprenderla y al llegar al dormitorio, la encontré estrenando la cama nueva … desnuda, gimiendo y con otro fulano encima.
Me petrifiqué, Laura me volteó a ver y ni siquiera detuvo el ritmo, me hizo aquella sonrisa tan práctica, tan común de ella, y siguió en su faena.
Me tomé un café en la barra de la cocina, pensando que hacer, como reaccionar, a los minutos salió el fulano y media hora después salió Laura, con su maleta y su sonrisa práctica a flor de labio …
- Son cosas que pasan – me dijo, me dio un beso en la mejilla, y no la vi nunca más.
Pasé con dolor y el brazo bien escondido y tapado varios días, hasta que decidí no desmoronarme …
El “Flaco” Mendez, amigo del alma, el único a quien le confié mi desgracia, me miró y me sentenció implacable.
- Sos un pendejo Tomás, pero la solución es simple, ya tenés el apartamento, la cama y el tatuaje, solo tenés que encontrar otra Laura.
Y vi la luz, solo necesitaba otra Laura, yo hasta había pensado en amputarme el brazo, pero no …
Comencé por el directorio telefónico, pero como la telefonía fija ya es tan obsoleta, y solo van quedando algunos en casas de personas mayores, cada Laura que encontraba tenía por lo menos 75 años; puse anuncio en el periódico “Localizando locamente a Laura” pero solo me contestaron maniáticas y depredadores sexuales de dudosa confiabilidad …
“Por vos me llamo como quieras, papayito” – era del tipo de mensajes que recibía …
Hasta colgué pancartas de los pasos a nivel, “Localizando locamente a Laura”, la gente me escribía diciendo si era una campaña publicitaria y me felicitaba …
A todo esto, tenía que cursar Derecho Romano I y II para terminar la carrera, y necesitaba el Código Jusitiniano, ningún portal de internet me daba el texto tal cual, si no la explicación, así que me fui a la Biblioteca.
- Disculpe estoy buscando el Código Justiniano – le dije a la encargada que me atendió.
- El texto completo … en latín, griego o traducción? Estudia Derecho me imagino – me dijo.
Entonces levanté la vista, era flaquita, menuda, pelo corto, grandes anteojos, no muy agraciada físicamente, pero tenía una voz muy dulce …
- Le sugiero leer el marco histórico de Gibbons, para remitirse al texto, si, lo tenemos – me dijo.
Quise discretamente mirar su busto y me encontré con la plaquita en el pecho que identificaba su nombre …
… Laura.
Era dulce, muy inteligente, diligente, me cuidaba, se preocupó por mi cuando caí con hepatitis en ese tiempo, me cuidó día a día como nadie …
Como a los tres meses de salir juntos, le mostré el tatuaje …estalló en llanto.
No era, en lo más mínimo, la mujer más linda del mundo, sino más bien, todo lo contrario, pero la primera vez que la besé, me respondió con tanta dulzura y fuego en simultáneo, que al abrir los ojos … empecé a verla como la mujer más linda del mundo.
Fue como el beso que el Príncipe da a la rana …
… al fin y al cabo … los cuentos de hadas son más o menos así, no?
Los sueños del desamparado, del desposeído, del que almuerza con nada y sin embargo siempre tiene un plato para compartir, del que te presta su único par de zapatos para que te presentes a una entrevista de trabajo … mientras se queda en casa con su pobreza descalza … desde aquí se ve.
Porque somos chambrosos, chocarreros, nos encanta el chicle, somos sabelotodos pero solucionalonada, viejas y viejos fresqueres, mercaderes de la información ….
El internet y los políticos nos han generado una aureola de ignorancia terrible, patética para nuestra formación cultural. Para colmo de males, lo que el internet nos cuenta, lo compartimos y las idioteces que dicen nuestros políticos, las repetimos …como si fueran verdades.