Para conocer un poco más de este detectivesco personaje de mi invención, es bueno leer “Johnny Acetileno” http://danielrucks.com/~danielru/index.php/cuento-breve/1386-johnny-acetileno en este mismo blog.
Si no, no sabemos de donde viene y como ha progresado …
Johnny Acetileno, seguía probando su puntería con los escupitajos, pero las cosas habían cambiado, ya no escupía a las moscas, sino a un blanco electrónico con luces, la oficina era más grande, e incluía un apartamento anexo para sus encuentros con Begoña (la esposa regordeta del dueño del edificio) y un apartamento extra con baño compartido, donde su hijo Calixto de 19 años, se había venido a vivir con su papá, ya que el trato con su madre, divorciada de Johnny hace años y su Padrastro era insoportable.
El Calixto salìa todas las santas noches, a veces vuelve rasguñado, a veces cuando vuelve, no atina a la cama y se cae dormido en la entradita, a veces no vuelve en dos días …
Que Johnny se acuerde, jamás! En su vida el Calixto había entrado a su apartamento con una mujer.
Esta mañana al levantarse y cuando entró al baño, Johnny Acetileno viò una desconocida lavándose en el lavamanos. una mujer grande era, mayor, con una camiseta del Calixto, de ACDC y un bloomer debajo …
- Qué hace acá usted? – pregunta Johnny.
- Ah mira papá te presento..., esta es mi novia, Agustina Cabezas.- apareció Calixto.
La mujer se saca la mano toda enjabonada se la estira y le dice: «Mucho gusto».
—Calixto vení para acá —le dijo Johnny a su hijo y lo sacò del baño para que la otra no oiga—. Cómo que tu novia, si esa señora es mayor? No ves que es grande?
—Y a mí qué me importa —le dice—. Tira el tarot y le gustan los Ramones ... es suficiente.
Entonces Johnny respiró hondo, abrió un poco la puerta del baño y le dice a la mujer:
— Se queda a desayunar, señora? —y ella dice que si con la cabeza.
— La verdad Señor Johnny Acetileno … yo quería hablar con usted – le dijo en el desayuno, Calixto la mirò con ojos sorprendidos.
— En que le puedo servir? - preguntó Johnny Acetileno.
— Su fama de detective ya es muy conocida … - hizo una pausa – quien soy yo?
Con esa capacidad contemplativa heredada de la lectura de libros de Sherlock Holmes, Johnny observó la figura desgarbada de la mujer, su melena casi a la altura de la cintura, sus senos colgantes, casi llegando al ombligo, aspecto poco agradable, pero bueno … algún fetiche debe tener Calixto y le dijo …
— Dese la vuelta por favor - le pidió Johnny Acetileno.
— Con gusto – sonrió Agustina Cabezas, se dío la vuelta y apareció hermosa, bellísima a los ojos de padre e hijo …
Johnny Acetileno lanzó otro escupitajo y le pegò al 30 …
“Usted es la Siguanaba”, dijo Johnny Acetileno.
— No me lo recomendaron en vano … tengo un problema, pierdo enorme cantidad de dinero día a día por no poder hacer usufructo de los derechos de registro inherentes a mi condición, he llegado varias veces a las oficinas públicas y se mueren de risa, no tengo como probarlo …
Johnny pensó de inmediato en un juicio de identidad, pero quien y como testificarìa …? Si realizaba el acto de magia, frente al jurado, de darse la vuelta y transformarse, hasta presa podía terminar …
Ni el Dios Sol, hijo de Tlaloc, podrían presentarse en un juicio oral, menos aún el Cipitìo, por ser menor de edad …
Los ruidos y gemidos llegaron de la oficina de Johnny, mientras èste cavilaba, Johnny Acetileno desenfundo su arma, abrió la puerta con cuidado y viò a Begoña (recordar … esposa del dueño del edificio, amante de Johnny, pizpireta y coquetona) abrazando frenéticamente al Calixto, que se dejaba hacer con gusto ….
No dijo nada, por aquello de tener un poco de respeto …
Volviò y le dijo a Agustina Cabezas
— Lo siento señora, no creo que haya manera de probarlo – sentenciò Johnny Acetileno …
— El tesoro que tengo en la poza tiene más de un millón de dólares en doblones españoles de oro … le doy la mitad.
— Yo me encargo de todo – dijo Johnny.
Lo pimero que necesitaba era un abogado poco honesto, no le costò trabajo, lo contrario hubiera sido difícil, cuando salió de la oficina el Calixto se revolcaba con la secretaria del Doctor, mientras dos señoritas más hacían fila …
— Que le pasa a este muchacho?– pensó Johnny …
Sin embargo no era fácil, como testigo solo encontraron a un experto en tradiciones salvadoreñas, pero que se negaba a declarar a Agustina Cabezas como la Siguanaba …
El día del juicio, que levantò mucha prensa, Johnny Acetileno se sintió derrotado desde el principio, nada del juicio, convencía al Jurado, Agustina Cabezas, en su faceta bonita miraba a Johnny decepcionada …
El abogado despotricaba, pero nada … no se podía probar nada ….
Pero Johnny Acetileno era sagaz y astuto, y no iba a dejar escapar medio millón de dólares así nomàs, pidió chance para una única pregunta al testigo, siendo parte de la mesa de Agustina y èste, un juicio de identidad era posible …
— Doctor– le preguntò al especialista …- la Siguanaba fue considerada una tradición para combatir la infidelidad masculina, pero que pasaba con aquellos hombres que lograban tener sexo con la Siguanaba?
— Ehhhh … me da pena, por el sitio en que estamos, pero la tradición dice que el hombre que lograba eso … jamás ninguna otra mujer se le podía resistir.
En ese momento, se oyò bulla en los baños del Juzgado, se abrió la puerta de repente, y acomodando su ropa salieron dos abogadas, tres asistentes y hasta dos damas miembros del jurado … atrás, el Calixto, acomodándose los pantalones ….
— Es todo Señor Juez– y la audiencia estallò en carcajadas …
“Clack Clack es el ruido que me hace el carro cuando freno” dijo la señora a su esposo
Fue una de las figuras destacadas del siglo XX, lo más destacado es, que las cosas podrían haber sido muy diferentes para la política global europea en la Segunda Guerra, y con número inferior de muertos , … si Stalin no hubiera estado presente.