Esta historia es absolutamente real, porque me la he inventado de cabo a rabo …
…así escribía mi autor de cabecera, Boris Vian cuando al empezar un relato sabía que sus lectores la veracidad del mismo.
Don Waldemar, nació, creció, envejeció solo … en el cantón Hondonada Seca, en algún departamento de nuestro país. Claro solo no podía nacer, tuvo una madre, y un padre de aquellos brasileños que llegan al país pretendiendo ser futbolistas de primer nivel y terminan siendo domadores de circo de pueblo.
Del padre le quedó solo el nombre, de la madre toda la ciencia del campo, de la sabiduría popular campesina, de la interpretación de los sonidos y olores del campo, la naturaleza, le quedó la casa y la milpa, cuando su madre falleció y él tenía solo 11 años.
Nunca se casó ni se hizo de compañera, un par fueron efímeras concubinas pero lo dejaron solo, el labró la tierra a puro arado y con mula, siembra, cosecha … vendía a la gente del mercado de la ciudad cercana tres veces al año, compraba semilla, abono y volvía a su soledad.
Un día pasaron por su rancho, dos niños más o menos de la edad en la que el quedó huérfano y le preguntaron, porque si, porque no había nadie más, que donde podían encontrar curiles, que unos clientes del comedor de su mamá habían llegado pidiendo curiles y ellos no sabían en qué punto del río encontrarlos …y la madre necesitaba vender.
Waldemar los miró, se vio a el mismo en los niños, hizo unos sonidos extraños y aparecieron al llamado dos tortugas anfibias que lo miraron … Waldemar hizo otros sonidos extraños y las tortugas contestaron de igual manera …
- - Crucen el rio, río abajo a cincuenta metros que está más seco, bajen unos 300 metros más, y hay un peñón grande, se meten al río, debajo del peñón está lleno de curiles …
- - Y eso se lo dijeron las tortugas ?
Waldemar sonrió, los niños se fueron y una hora más tarde iban con las matatas corriendo, llenas de curiles …
- - Gracias Don Waldemar ….
Y así se esparció la fama, a los pocos días un vecino de campo, que se dedicaba al arroz y necesitaba que se llenara un poco el pantano, llegó preguntando por lluvia, Don Waldemar llamó a los azacuanes, llegaron, dialogó y le dijo al vecino …
- - Aguantate 12 días, al 13er día cae lluvia fuerte, se te inunda el pantano y comenzás.
- - Gracias Don Waldemar – y así fue.
Nada de cobrar sus servicios, los vecinos siempre le regalaban algún pastel para su cumpleaños, alguna gallinita para Navidad, para que no estuviera tan solo, gestos de vecino …el los apreciaba.
Un día de esos, llegaron dos agricultores de lejos, en una camioneta … se apearon, hablaron …
- - Mire Don Waldemar, tenemos naranjal acá a 5 kilómetros, lo ha agarrado el moscón verde, tenemos que fumigar para salvar cosecha, pero la avioneta nos cobra $ 500. 00 al día …usted no podrá arreglar con alguna de las aves, ahí que nos haga la diferencia …. Le damos $ 200. 00 a usted.
Waldemar llamó a una bandada de golondrinas, con gusto le hicieron el trabajo …cobró el trabajo, y ahí estuvo el error, el zope, que andaba cerca le comentó a las golondrinas que había habido dinero de por medio y no les había dado nada …
Al día siguiente Don Waldemar vio con espanto toda picoteada su milpa de maíz …
Llamó a las golondrinas, les comentó que no les dio dinero porque no creía que las golondrinas necesitaran, la golondrina mayor les dijo que tenían a Hacienda detrás de sus plumas, repartieron cincuentas, las golondrinas repusieron el daño y todo arreglado.
De ahí en adelante todo servicio fue pagado … pero a veces los clientes no pagaban por adelantado, se iban a 90 días, los animales exigían, por pagar a unos, demoraba a otros, se armó el caos … o sacaron en lista de morosos en el periódico, aparecieron los abogados extorsionistas pidiendo el triple de lo adeudado …
Waldemar tuvo que sacar hipoteca sobre el campo y envejecer enjaranado …
Hoy siembra y cosecha solo para pagar al banco …
A los animales ya no les dirige la palabra …
Contrario a lo que podrían suponer nuestros lectores, bue … más bien lectoras, Cristian Mamey era un exitoso y joven empresario …
Cuatro siglos atrás la pluma de Cervantes nos describía al “Caballero de la triste figura” un quijote obsesionado por novelas de caballería que se dirigía a su amada, en tierras de La Mancha de la siguiente manera: "Soberana y alta señora... amada enemiga mía...".
Simón Bolívar, el caraqueño/americano que quiso hacer de la América nuestra un gran país … nuestro, escribía al General Pedro Briceño Méndez “para trabajar por la paz y la unidad en Venezuela, es importante proteger a los amigos sin ofender a los enemigos” … tal vez lo más parecido a un concepto de paz en nuestra América Latina, aunque la frase data de 1827, casi dos siglos atrás.