La oscuridad no le preocupa. Le preocupa la luz. La oscuridad es solamente ausencia de luz. Pero la ausencia sí le preocupa. La preocupación no. Le es indiferente. Sin embargo, la indiferencia, a Ana le preocupa muchísimo.
La considera una actitud vergonzosa. Aunque la vergüenza no le preocupa. Antes sí, le preocupaba. Pero a ella le da lo mismo el antes y el después; su vida no es un desarrollo enfocado a nada. Por eso la nada no le quita el sueño. El sueño, en cambio, es algo que si le interesa.
A veces se queda toda la noche despierta, pensando en eso, en el sueño. No llega jamás a ninguna conclusión, porque las conclusiones la exasperan. Prefiere los puntos de partida. No por las partidas; sino que por los puntos, como los equipos de fútbol. Aunque no le gusta o no sabe nada de fútbol siempre trata de acumular puntos. No por los puntos en sí; sino por la acumulación.
La acumulación entendida por una cosa sola, no como un cúmulo de otras. Los cúmulos, Ana, si pudiera, los disgregaría. Las cosas tienen que ir separadas; no juntas. Juntas forman otras cosas, y eso trae complicaciones.
Aunque Ana a las complicaciones no les tiene miedo. Lo que le asusta es lo simple. Lo simple no sabe de dónde sale; ahí es donde está el misterio. Aunque los misterios, por suerte, no le interesan.
A Ana le interesa la suerte. Que desgracia. Porque la suerte siempre es escasa. Y si dijera que no le preocupa la escasez, Ana mentiría. Pero mentir no le preocupa. A ella le preocupa la verdad.
Cuando miente no tiene problema; puede decir cualquier cosa. Aunque sea verdad, no importa, porque la dice mintiendo. Pero cuando habla con la verdad, tiene que andar con más cuidado. Por las dudas, en esos casos dice lo menos posible.
Y después Ana se desdice, así cubre dos posibilidades. Pero no es que se quiera cubrir. Ella hace todo a la intemperie. Y si no hay luna, mejor.
A Ana le gustan las oscuranas. La oscuridad no le preocupa. Le preocupa la luz.
La oscuridad es solamente ausencia de luz. Pero la ausencia sí le preocupa.
La preocupación no.
Le es indiferente.
Mientras nos rostizábamos la panza en distintos puntos del país o fuera del país .. a los que el presupuesto les dio para más, la principal noticia de la semana, fue el acuerdo USA – Irán en cuanto a armamentismo nuclear.
Hace 50 y pocos años, al comenzar la década, vivíamos en un país próspero, aun inocente, manso y tranquilo aunque no lo sería por mucho tiempo más …
El verdadero James Bond, era ornitólogo (o sea se dedicaba al estudio de pájaros … los que tienen plumas, no sea mal pensado). Nacido en 1900 y fallecido en 1989, tenía absolutamente nada del espía inglés al Servicio Secreto de Su Majestad que nos vendió Ian Fleming …sino, vean la foto.