Desde 1896, cuando se reinician los Juegos Olímpicos, o se reinauguran como Juegos Olímpicos Modernos, aquellas gestas lírico – deportivas creadas por los griegos 22 siglos atrás … África tuvo poca o ninguna trascendencia.

Nunca un país africano, había logrado una tan sola medalla olímpica hasta Abebe Bikila, 64 años después! Por qué? Es una historia clásica correspondiente a África. Con los recursos naturales más ricos del mundo, sin embargo, los países africanos figuran entre los países más pobres.
Con el mejor clima para apoyar las actividades agrarias, y los mejores suelos para garantizar la seguridad alimentaria; todavía, muchos países africanos apenas pueden alimentarse por sí mismos, y por lo general recurren a la importación para satisfacer su demanda interna de alimentos.
De África surgen algunos de los mejores atletas de sprint y eventos de larga distancia, baloncesto, fútbol, béisbol, golf, tenis, y una serie de otros deportes;
Pero los que destacan, terminan becados, subsidiados y compitiendo por la bandera del país que antiguamente había colonizado su lugar de origen (Francia, Bélgica, Inglaterra, Alemania …).
Abebe Bikila sin zapatos …

Cuando Abebe Bikila, se inscribió para los Juegos Olímpicos de Roma en 1960, específicamente en la maratón, y certificó su tiempo en menos de dos horas con 15 minutos para los 42 kilómetros, los organizadores no le creyeron. Tuvo que presentarse su entrenador, el sueco Onni Niskasen, para dar fe de su registro.
Nadie le creía … Abebe era negro.
Hijo de un pastor de cabras, recién aprendió a leer a la edad de catorce, desde los 17 años, Bikila formó parte de la Guardia Imperial Haile Selassie, reservada a jóvenes altos, de complexión atlética. Para matar largas horas de encierro cuartelario, Abebe corría descalzo por los caminos, cazando animales, siguiendo sus pasos, imitando su velocidad y movimientos, por qué descalzo? Para no hacer ruido que alertara a los animales.

Onni Niskasen lo descubrió en uno de esos recorridos y decidió enseñarle ciertos rudimentos de práctica de las carreras de larga distancia, Abebe Bikila fue un alumno aventajado.

Roma 1960
El evento supremo de los Juegos Olímpicos, la maratón, la ganó Abebe Bikila, descalzo, marcando un tiempo de dos horas, quince minutos, 16 segundos, menos tiempo aún de lo que había declarado en el momento de inscripción y no fue creído.
Su hazaña recorrió el mundo entero y eso que no teníamos satélites televisivos aun para contarlo … Abebe Bikila, ganó para Etiopía, ganó para África subyugada, su primera medalla de oro.

Italia, país que había dominado y “colonizado” Etiopía en el marco de AOI (África Occidental Italiana, o sea Etiopía, Libia, Eritrea, Somalia) hasta 1941, no tenía en mente, que un corredor, de color, de una ex colonia, y encima africano … se quedara con el evento mayor de los Juegos Olímpicos.
Le preguntaron porque había corrido descalzo … de hecho, antes de largar, llevaba puestos unos zapatos Adidas, pero se los quitó … le resultaban incómodos.
"Quería que el mundo supiera que mi país, Etiopía, ha ganado siempre con determinación y heroísmo" – contestó Abebe Bikila.

Tokio 1964
Advertidas las autoridades olímpicas de este etíope que ganaba maratones “por correr descalzo”, ante la protesta de otros países que conformaban el COI, obligaron a Bikila a correr la maratón … pero con zapatos.
Poco le importó esa imposición, no solo volvió a ganar la maratón y la medalla de oro, sino que bajó su tiempo a dos horas, 12 minutos, 11 segundos … que tal? Parecía que su fuerza, pericia, habilidad y enjundia no se iban a terminar nunca, pero terminaron demasiado pronto …

El final

En México 1968, abandonó la maratón a los 17 kilómetros porque por primera vez se enfrentó a un enemigo desconocido… la altura, con problemas para mantener respiración, tuvo que abandonar la carrera y salir en ambulancia.
Tan solo un año después, manejando su vehículo en su país natal, por evitar una marcha estudiantil, fue embestido por otro automóvil… quedó parapléjico.
El 23 de octubre de 1973, Abebe fallecía por una hemorragia cerebral provocada por el accidente, la luz del atleta que había puesto al mundo de rodillas, ganado una maratón descalzo y superándose a si mismo con zapatos …se apagaba a los 41 años apenas.