En estos días de cambios temperamentales del clima, llueve a veces, hace calor siempre … en estos días de enriquecimiento de los laboratorios fabricantes de antigripales, es bueno echar un vistazo a nuestra mejor maestra, la Historia, acerca de todas las repercusiones y vaivenes que el estornudo ha tenido a través de los tiempos… para qué?

Bueno, para que usted pase cinco minutos agradables leyendo esta historia y se acuerde de nuestros ancestros al momento de estornudar… Gesundheit! dicen los alemanes, Felicitá! Responden los italianos, God bless you! dicen los sajones al replicar un estornudo que suene en cualquier parte.

De hecho, los seres humanos comenzamos a estornudar desde que somos seres humanos, debemos atribuirle el hecho, seguramente a que somos seres humanos, debemos atribuirle además seguramente a nuestro padre Adán el primer estornudo si conjeturamos que la hoja de parra no ha de haber sido suficiente abrigo aunque estuviese en el Jardín del Edén… no sabemos si en un buen estornudo, la hoja de parra, fue a parar al suelo y ahí fue que Eva le ofreció su … manzana.

Durante siglos, como el hombre creyó que el alma residía en la cabeza, hubo pánico al respecto de los estornudos ya que un buen estornudo, de aquellos que nos dejan viendo luces, se consideraba que podía mandarnos el alma muy a la m …. y además se creía que un estornudo hacía que perdiéramos fuerza vital.

Pero no … los griegos se equivocaban, nuestros estornudos no detienen nuestro corazón …

No fue sino hasta el siglo IV AC., con las enseñanzas de Hipócrates, que se logró explicar que el estornudo no era un estertor del alma, sino una reacción de nuestra cabeza a cualquier sustancia o partícula ofensiva a nuestras fosas nasales, ahí surge la idea de que estornudo es presagio de enfermedad y comienzan los griegos a responder “Júpiter te cuide” o “que goces de larga vida” a cada estornudo…

En Roma, la cuestión fue más compleja, si la persona estornudaba de día y con mucha vitalidad, se le consideraba signo de buena salud y se le decía “felicidades” de donde deriva aun la respuesta al estornudo italiano en pleno siglo XX “felicitá”, si el estornudo era de noche y débil, evidenciaba quebrantos de salud y era motivo de preocupación de todos los allegados al que acaba de estornudar.

Por qué decimos salud? Por qué incluimos términos que nos llevan semánticamente derivados a Jesús ? De donde surgen nuestras réplicas al estornudo?

En el siglo VI, con la gran peste negra que asoló Europa y terminó casi con un cuarto de su población, uno de los primeros síntomas de contagio era el estornudo, lo cual provoca que de inmediato la gente alrededor del estornudante (será que me acabo de inventar esta palabra?) …deseaba de inmediato la salud, más para si mismo que para el que estornudaba pero bue …

El Papa San Gregorio Magno, ordenó ante lo grave de la situación, que se remplazara el tradicional “Que tengas buena salud! “por “Dios te bendiga!” O “Dios te ayude!” Y en caso que la persona que estornuda no tuviese nadie a su alrededor se dijera a si mismo “Dios me ayude!”

He ahí cuando importante es la presencia de nuestro Señor en cada uno de los actos de nuestra vida, por pequeños que parezcan…

La derivación a “Jesús!” proviene de España y como tal la adoptamos los latinoamericanos.

Como dato curioso, el récord mundial de estornudos, lo tiene una flemática inglesa, Donna Griffiths, que no dejó de estornudar ni una sola vez, ni un tan solo día, durante 978 días a razón de un millón de estornudos por un año.

En una de esas, la próxima vez que oiga estornudar a alguien, estas líneas le recuerden lo importante y sustancial que es decir “Jesús!” o “Salud!” cuando nuestro prójimo de quien nos ocupamos tan poco

… simplemente estornude …