Entre 1945 – 1950, comenzó en nuestro país, la labor – a veces institucional, como en el caso de Cihuatán, otras veces particular, como en el caso de Tazumal – de preservar, descubrir y excavar los antiguos centros y sitios ceremoniales/habitacionales arqueológicos de nuestro país.
Para llegar a ello, gran parte de nuestros vestigios arqueológicos ya habían sido saqueados por particulares, nacionales y extranjeros, y probablemente lo que hoy emerge a los ojos del mundo sea menos de un 30% de toda la riqueza precolombina de nuestra cultura.
Lugar junto a la mujer
Ese es el significado de Cihuatán, un sitio arqueológico ubicado en Aguilares ( kilómetro 36.5 de la carretera Troncal del Norte) que vale la pena conocer y recorrer, ha sido remozado y puesto a punto para recibir visitantes, preservando las estructuras y brindando la información bibliográfica pertinente para empaparnos de nuestras raíces, para aferrarnos a nuestra identidad, verdadera identidad Salvadoreña.
Cihuatán era una ciudad prehispánica de grandes proporciones. En su área residencial pueden identificarse barrios que rodean el centro de la urbe. En total los barrios identificados son siete, probablemente hay otros más (hay una gran extensión sin investigar aún). Cada uno tiene su grupo de edificios ceremoniales.
Los primeros habitantes de Cihuatán llegaron a nuestro país, desde el territorio que actualmente forma parte del centro de México. Fue habitado desde el año 900 al 1150 d. C. Las investigaciones han hallado elementos como puntas de flechas y lanzas, lo que evidencia que Cihuatán fue una ciudad guerrera, objeto de múltiples ataques.
Es el único del país que incluye no uno, sino dos juegos de pelota!
Desde 2007 el parque arqueológico está habilitado y es realmente hermoso, gratificante, tan impregnado de cultura que lo vuelve … imperdible!
Yo soy Timoteo Pampa
un gaucho que va directo al grano
Entre aquellos de tripa de brontosaurio, amarrados con pita al extremo que se usaban en la era de las cavernas, hasta los que hoy nos ofrecen de colores, sabores, ultra – mega sensibles … han pasado 12 000 años ! (Tal vez más).
“Nunca discutas con un idiota, la gente a tu alrededor puede no notar la diferencia” (Emmanuel Kant).