Habían terminado las celebraciones de las Fiestas titulares de Nuestra Capital en honor al Divino Salvador del Mundo, dos días antes, agosto de 1951, las últimas procesiones características de la época solo dejaban los despojos y residuos de siempre sobre el Parque Bolívar (Barrios).
Al día siguiente comenzarían las labores de recolección de basura sobre las calles de la vieja Catedral, construida “provisionalmente” después del terremoto de 1873.
Previa a esta Catedral de madera, que sería la que se prendería fuego en su integridad el 8 de agosto de 1951, sesenta y ocho años ha …, existió, frente a la Plaza Gerardo Barrios (Cívica, Santo Domingo, La del Palacio etc. etc.) la iglesia de Santo Domingo que databa del siglo XVIII.
El fuego se propaga
El incendio comenzó, según crónicas de la época, en el cuarto de almacenamiento de celuloide del teatro Nacional, que para aquellas épocas también alojaba funciones de cine, literalmente, el fuego cruzó la calle.
Al grito de “Incendio, fuego, el teatro se está quemando”, los asistentes al teatro se dieron cuenta inmediatamente, que no iba a ser el teatro el lugar de pasto de llamas, las paredes de la Catedral, de madera pura, comenzaban a reventar burbujas, típico de cuando la madera se enfrenta a máxima combustión.
Testigo presencial de todo esto, fue un ex compañero de labores en el antiguo Canal Dos, Toño Mejía, escenógrafo, Toño recuerda que desde el interior del Teatro Nacional, donde él trabajaba de aprendiz de escenografía, la gente tiraba las cosas por las ventanas. Puertas, libros, utensilios y una gran cantidad de cosas caían desde los balcones a la calle.
Con angustia en la voz, Toño Mejía evoca los recuerdos imborrables de aquel momento: “La gente parecía loca buscando agua, sacando Santos, cortinas, bancas de la Catedral para ponerlas en la Plaza Barrios”, relató.
Poco tardó la Catedral en prenderse fuego totalmente, 45 minutos, la madera de la Catedral provisional fue conductor eficaz del fuego que la devoró rápidamente.
“La Catedral se quema !” gritaban los habituales del centro de la Capital, a plenas 4 30 de la tarde y no había donde perderse, en aquel San Salvador de antaño, las llamas y columnas de humo marcaban de donde partía el siniestro.
Era un día de calor intenso, por lo que el humo se extendió hasta los edificios y negocios que estaban alrededor del lugar, como “El Buen Gusto” de Bergoa Hermanos; el “Bambú Room”, el Club Internacional, el almacén “La Moneda”, Banco de Londres y la Dirección General de Tesorería, 39 personas resultaron lesionadas.
Como siempre, en eso no hemos cambiado capitalinos, una multitud se dio cita para ver el incendio, así como en los 80 s, cuando estallaba una bomba, todos corríamos … hacia el lugar del estallido, morbo mediante …
Lo poco que el fuego dejó
Cuentan que Monseñor Alférez, no quería salir de la Catedral en llamas, quería morir con el incendio mismo, considerándolo un designio divino …
Varios vecinos y curiosos, se percataron de ello y lograron sacarlo con vida de lo que iba quedando de la Catedral.
El terreno quedó baldío, durante dos largos años, y se decidió trasladar las funciones de Catedral a la Iglesia del Rosario, en el Parque Libertad, mientras se tomaban decisiones.
Se hizo un concurso de diseño, licitación, se perdieron los planos de las estructuras básicas … hasta que se colocó la piedra inaugural de la “Nueva Catedral” (la que hoy conocemos como tal, ya de concreto armado y sistema estructural de hierro) en el año de 1956, se inauguraría formalmente en 1999.
Blas, brillante BMW, Belinda bus, bocinas barbarie bulla, bielas, busero bellaco !
Pepe Parásito, pajarraco pterodáctilo, sanguijuela del neoclásico, huele a mierda y hiede a plástico, te sangra a lo jurásico, te pone trabas y mil obstáculos, te ahorca con tentáculos, pero al Jefe le da un ósculo, en el sitio más recóndito, cada día al crepúsculo …
Querido Baldomero:
Perdóname si no te he escrito antes, pero debo de serte sincero, no he tenido mucho ánimo de tomar el lapicero, ya sabés que escribir con las patas cuesta, aunque hay muchos que han hecho de la escritura de esa manera su forma de vida, se llaman troles y escriben con las “patas” no con el cerebro, pero ese no es el tema …