Parece mentira, y hasta suena a chanza si lo planteamos como tal, pero es totalmente cierto y absolutamente comprobado, la industria de la prostitución creó un poderoso generador de ingresos para la república y luego Imperio Romano.
La inversión de la élite en la gestión de burdeles, dada la cantidad de prisioneras que eran tomadas por los triunfos de los Ejércitos Romanos en su expansión desde épocas Republicanas (Siglo III a.C) y que eran reducidas a la esclavitud, esto generaba una cantidad enorme de impuestos recaudados sobrela actividad de la prostitución y las personas que procuraban servicios sexuales, impulsaron la economía de Roma.
Así Roma se convirtió en la antigua capital de la prostitución.
Por qué la prostitución se volvió tan prominente en la antigua Roma?
La prostitución tiene sus raíces en la Grecia clásica. El adulterio era un delito punible en Atenas, dato que desde las épocas Republicanas se adoptó en Roma, y Octavio Augusto tasó con altos impuestos.
Así como los hombres jóvenes utilizaron a las mujeres esclavas para satisfacer su deseo sexual. De manera similar, los romanos comenzaron la prostitución y saciaron sus deseos sexuales. La clase senatorial se comprometió con prostitutas de clase baja o mujeres con necesidad extrema de dinero.
Se esperaba que las mujeres libres guardaran su castidad hasta el matrimonio, al no hacerlo, se les repudiaba y condenaba a la prostitución, como verán una sociedad altamente misógina.
Las leyes de Augusto
Augusto, el primer emperador romano, introdujo una ley en el año 21 a.C: las mujeres que eran sorprendidas en adulterio trabajarían en burdeles como castigo. Pero además, comenzó a forjar la tabla de impuestos que deberían pagar dueños de redes y las mismas hetairas, por ejercer la prostitución.
Para tener un ejemplo, Mesalina, esposa de Claudio, cuando éste aun no era Emperador, y probablemente cuando ya lo era también … se dedicaba a la prostitución publica, para satisfacer ella sus deseos carnales.
Una de sus anécdotas más conocidas es cuando lanzó un reto al gremio de las prostitutas de Roma: instándolas a participar en una competición, que ella organizaría en el Palacio Palatino en el año 38 N.E, aprovechando la ausencia de Claudio, quien estaba en Britania. Ésta consistía en saber quién podía atender a más hombres en un día.
El certamen daría inicio por la noche, y a él asistirían muchos hombres importantes de la corte, además de otras damas de sociedad, a las que la propia Emperatriz había convencido de participar. Las prostitutas aceptaron y enviaron a como representante a la prostituta más famosa de Roma, una siciliana llamada Escila.
Después de haber sido poseída por 25 hombres, Escila se rindió y Mesalina salió victoriosa, pues superó la cifra con creces, ya que siguió compitiendo hasta el amanecer, llegando según se dice a la cifra de 200 hombres …
El caso es que Calígula, sobrino y antecesor de Claudio , en el año 39 N.E había incrementado el impuesto sobre la prostitución de Augusto , (cada servicio era de 80 a 100 sestercios, 29 iban para el Emperador).
Claudio lo mantuvo vigente, o sea que habrá tenido que pagarle una alta cantidad (5800 sestercios) a su propio esposo, por una noche de trabajo …
La “Prostitución Sagrada”
Pero también se determinó, para rescatar una antigua tradición republicana, que existía un papel de la prostitución en las ceremonias religiosas
Esto puede parecer polémico para los lectores, pero los historiadores han debatido extensamente sobre la “prostitución sagrada”.
Algunas de las ceremonias religiosas estaban totalmente dedicadas a las prostitutas. Las prostitutas hacían ofrendas en el Templo de Venus Erycina y se celebraba la fiesta de Floralia en honor a su diosa Flora.
Un pintor barroco italiano Giovanni Battista Tiepolo pintó “El triunfo de Flora” en el siglo XVIII retratando a las prostitutas desnudándose y haciendo bailes eróticos en el festival de Floralia. La pintura se basó en la interpretación de la versión del poeta Ovidio.
La prostitución impulsó la economía de la antigua Roma
Las excavaciones de grafitis lascivas y pinturas murales eróticas en los burdeles de Pompeya revelaron la amplia red del comercio sexual en Roma.
Los burdeles de Pompeya eran famosos por el sexo comercial. Los arqueólogos han descubierto más de 134 grafitis obscenos y lascivos transcritos de los lupanares en Pompeya.
La prostitución fue legalizada por el Pretor de Roma (o sea el alcalde, más o menos) que registró y autorizó a las trabajadoras sexuales. Las mujeres de la clase baja que necesitaban dinero y empleo se convirtieron en esclavas de la clase alta o trabajaron como prostitutas en burdeles.
La clase élite identificó las ganancias obtenidas al invertir en propiedades de burdeles y, por lo tanto, no perdió la oportunidad. Posadas, albergues, casas tabernas de todo tipo se asociaron con la práctica de la prostitución.
Desde las épocas de Calígula (tal como acotamos) se inició el cobro del impuesto sexual más infame en el que la parte de la tarifa de servicio de las prostitutas iría al tesoro del Estado. Esto se denominó “impuesto imperial”. Se impuso el mismo impuesto a las personas que contrataban el servicio sexual.
Las regulaciones legales y fiscales sobre las prostitutas, las ganancias obtenidas al invertir en propiedades de burdeles, dirigieron la economía de los burdeles en Roma y beneficiaron al tesoro del Estado.
Alejandro Severo, el último Emperador de la dinastía de los Severos, el año 224 de N.E, mantuvo la ley fiscal cuando asumió el poder, pero alteró su destino, el dinero de los impuestos recaudados se destinó al mantenimiento de los edificios públicos y no al tesoro estatal.
Arte y amores de las “damas de la noche” en Roma
Los arqueólogos han desenterrado una gran cantidad de artefactos eróticos y ruinas de burdeles en Pompeya, preservados por la erupción del Vesubio en el 79 d.C. Se habían descubierto pinturas murales eróticas y frescos murales sin censura que desarrollaban el tipo de actividades sexuales que prevalecían durante ese tiempo en Roma.
Los poetas como Ovidio, Tibulo y Propercio escribieron poesía romántica y seductora dedicada a las prostitutas con nombres en clave. Esto indica claramente que a las prostitutas y cortesanas nunca se les dio una posición respetable en la sociedad antigua.
Las prostitutas eran consideradas personas de baja estratificación social y se les prohibían los derechos civiles básicos. A los romanos nacidos libres no se les permitió casarse con ellas, aunque si se dieron varios casos, de caballeros de Alta Sociedad, que se enamoraban de alguna de las cortesanas, y al comprar su libertad las tornaban a la condición de “libertas” y ya eran casaderas.
Así, las prostitutas eran fuentes de generación de riqueza para la economía romana, mientras que los hombres pudientes eran sumamente mujeriegos, lo que generaba una base tributaria para la consolidación de Roma …
Estaba en el entierro de una persona, al parecer había fallecido de causas naturales, el cuerpo estaba tendido sobre el ataúd de madera color negro, lo habían vestido con un traje oscuro, la corbata estaba acorde con el traje, las manos habían sido puestas entrecruzadas sobre el pecho, no parecía que estaba muerto más bien parecía que estaba en un sueño muy profundo, varias coronas y arreglos florales estaban alrededor suyo, la imagen parecía de tranquilidad; varios parientes lloraban la muerte del difunto, miró a su alrededor y todos los asistentes vestían de color negro, le llamo la atención una señora ya anciana vestida toda de color blanco, se acercó donde ella y entablo comunicación, ésta al verlo le dijo:
Nuestras mujeres son bellísimas, divinas, con un don de astucia que una de dos, con el tiempo se va agudizando o nosotros los hombres, nos vamos “alelando”.
El 24 de abril de 1854, el alto y rubio emperador de Austria, Francisco José, de 23 años, se casó con Elisabeth Wittelsbach, su prima de dieciséis años, sorprendentemente hermosa, conocida por sus amigos y en la historia como Sisi. No era ella la destinada a ser la última Emperatriz de Austria, despojos de lo que fuera el Gran Sacro Imperio Romano Germánico.
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