La nueva denominación oficial (que no es nueva) tiene más de dos años y todavía lleva un tiempo acostumbrarse. Echemos un vistazo a lo que dicen los expertos y la razón histórica que lo provocó.
No siempre conocemos los países por sus nombres oficiales. Por motivos políticos o históricos, algunos han cambiado de nombre en los últimos años, como cuando la República Checa decidió convertirse en República Checa o cuando el primer día de 2020 “Holanda” decidió que ya no quiere llamarse “Holanda”, sino que se use su nombre oficial: “Países Bajos”.
El dato se repite ahora en tiempos de Mundial de Qatar, con Holanda jugando su primer Mundial bajo su nuevo nombre. En Brasil 2014 fue eliminado contra Argentina por penales y su nombre era Holanda; en Rusia 2018 no se clasificaron para la fase final.
Lo que llamábamos Holanda
“Holanda”, geográfica y propiamente hablando, nunca se refirió a todo el país, sino a las provincias del sur, la frontera con Bélgica y la costa.
El país del primer ministro Mark Rutte está dividido geográficamente en 12 provincias. Dos de ellos, Holanda Meridional y Holanda Septentrional, albergan las ciudades más grandes: Ámsterdam, Róterdam y La Haya, el corazón económico y político del país.
Las otras diez provincias no son “holandesas”. Llamarlos así sería lo mismo que llamar a Estados Unidos “California”
Así, por ejemplo, la ciudad de Utrecht, sede de una potente universidad y otro de los grandes polos del país, se encuentra en la provincia del mismo nombre, por lo que decir, por ejemplo, “la ciudad holandesa de Utrecht” es un error.
Historia de Países Bajos
En el siglo I a. C., el antiguo Imperio Romano conquistó la parte sur de estas tierras y estableció un importante puesto militar en Nijmegen. El norte de los Países Bajos de hoy no fue conquistado ni invadido.
Bajo la administración romana, la prosperidad creció durante casi trescientos años.
A medida que el estado romano se debilitaba, las tribus germánicas bárbaras comenzaron a invadir la tierra. Los más poderosos de ellos, los francos, invadieron el territorio en el siglo V y trajeron consigo el cristianismo.
Para el año 800, los Países Bajos de hoy formaban parte del poderoso Imperio franco de Carlomagno. Es en Nijmegen donde Carlomagno construyó uno de sus palacios. La tradición dice que Nijmegen era su residencia favorita, mientras que Aquisgrán (hoy en Alemania) era la capital del imperio.
El crecimiento económico en la Edad Media
Después de la caída del Imperio de Carlomagno (murió en 814), el territorio de los Países Bajos se dividió en varios estados más pequeños, gobernados por duques y condes.
Al mismo tiempo, ya en la Edad Media, un fuerte desarrollo económico convirtió a los Países Bajos en una de las zonas más ricas de Europa. La agricultura junto con la artesanía y el comercio, las ciudades ricas y los importantes vínculos comerciales que llegan hasta Asia y el norte de África, transformaron a los Países Bajos en el área donde el poder feudal ha sido limitado, la seguridad del movimiento y la actividad económica establecida, el crecimiento sostenible fue posible.
Durante más de dos siglos, desde 1588 hasta 1795, el territorio que ahora denominamos “Países Bajos” y coloquialmente como “Holanda” fue una República de siete estados. La mayor parte de ese período el país estuvo bajo el dominio español, en lo que se conoció como “Flandes española”.
En 1744 los españoles abandonaron lo que ahora son los “Países Bajos” después de varias derrotas militares pero en 1795 las tropas francesas tomaron el control hasta que en 1806 Napoleón Bonaparte decidió hacer a su hermano Luis Rey de los “Países Bajos”.
La derrota de Napoleón en Waterloo (Bélgica) restauró la independencia del país, que mantuvo una monarquía que pasó a la Casa de Orange, de la que desciende Guillermo, el esposo de Máxima (que paradójicamente es argentina, digo, por los cuartos de final).
Esos años vieron un auge económico en las ciudades ubicadas en las regiones holandesas del país, por lo que el término “Holanda” comenzó a usarse cada vez más en el extranjero.
Decreto del Tulipán
Además de un decreto para que todos los organismos públicos, tanto nacionales como extranjeros, dejen de usar "Holanda" y pasen a usar "Países Bajos", el gobierno pagó 200.000 € por el diseño del nuevo logotipo del país, una especie de tulipán naranja ( la flor más típica del país) (la de su Casa Real) formada a partir de un dibujo estilizado de las letras N y L (Nederland).
Cuando se aprobó el cambio, la ministra de Comercio Exterior, Sigrid Kaag, dijo que el tema también se relacionaba con su negocio: “Era hora de modernizarse. Un logotipo internacional claro es una ventaja para las exportaciones y para atraer inversores y talento”.
Pero atención, por no exagerar con el tema. Llamar a Holanda los Países Bajos tampoco sería incorrecto. Los expertos consideran que se trata de una “sinécdoque particular”, una figura semántica para denominar el uso de la parte para referirse al todo.
El dueño de la calle (Parada, Agustín Marcelo) terminó de sacar el papelito del bols y le tocò el “1” o sea, iba de primero, rompiendo camino con la Suburban Negra, blindada, sin placas, una de las cuatro que integraban la “caravana de la muerte” del Funcionario.
Fue en ese preciso momento, que vi su ombligo … que me di cuenta que hay mil cosas extrañas que suceden con el hoyito ese en la panza … que nadie explica …
Ni la primera ni la segunda Guerra Mundial, ni la segunda “Guerra de los 100 años” entre Francia e Inglaterra (que en realidad no duró 100 años),ni la guerra de las 100 horas, ninguna de esas … las 10 guerras más largas de la Historia te darán sorpresas …