La reina Casiopea era una mujer mortal de la mitología griega, conocida por enfadar al dios del mar y los terremotos, Poseidón (en la mitología griega se pasan dando duro los mortales con los dioses y viceversa, sobre todo viceversa ,,,,).

 

 

 

 

Los antiguos griegos bautizaron una constelación en su honor, que se ve todo el año en forma de W y se encuentra en el cielo al norte. Su constelación forma parte de un grupo de varias otras constelaciones y todavía se la reconoce como una de las 88 constelaciones modernas.

 

 

 

El origen de Casiopea

 

 

Casiopea  tiene algunas historias diferentes en torno a su origen. Según algunos, era hija de Coronus, un humano, y una ninfa del agua llamada Zeuxo. Otras fuentes dicen que ella misma era una ninfa. Otro escritor, el poeta griego Nono, dice que era hija de Eolo, hijo de Helena y de una ninfa marina llamada Orsei.

En lo que todos coinciden es en que era una ninfa marina, ya sea en parte o completamente, y que era muy hermosa.

 

 

 

La reina Casiopea

 

Casiopea se casó con Cefeo y se convirtió en reina de Etiopía. Ella y el rey Cefo tuvieron una hija, a la que llamaron Andrómeda. La princesa Andrómeda heredó la gran belleza de su madre, y la reina Casiopea se jactó de que ella y su hija eran más hermosas que todas las ninfas marinas hijas del dios Nereo.

 

 

Como cualquier otro mortal que se jactara de ser superior a los dioses, esto no le cayó bien a los dioses y la emprendieron contra Casiopea y Andrómeda.

 

 

 

 

En respuesta a su vana arrogancia, Poseidón decidió castigar tanto a la madre como a la hija. Algunos relatos dicen que provocó la inundación de Etiopía, mientras que otros dicen que invocó al monstruo marino Ceto para que destruyera el país. Sin embargo, todas las historias son claras en cuanto a que, cualesquiera que fueran los detalles de su castigo, su intención era destruir completamente Etiopía en respuesta a la vanidad y arrogancia de Casiopea.

 

 

 

 

En un intento de apaciguar la ira de Poseidón, Cefeo y Casiopea consultaron un oráculo, que les dijo que tendrían que sacrificar a su hija Andrómeda. La muerte de Andrómeda habría sido una gran devastación para la reina Casiopea, pero la elección era dejar que el país fuera destruido o sacrificar a la princesa. Andrómeda fue encadenada a una roca en el mar y abandonada para que Ceto la comiera la próxima vez que apareciera para causar estragos en la costa.

 

 

 

 

El destino de Andrómeda

 

 

Por suerte para Andrómeda, el final de su historia es mejor que el de su madre. Perseo, un héroe griego, estaba cerca después de haber matado a Medusa y se enteró del destino de Andrómeda. Intrigado por su historia y la leyenda de su gran belleza, Perseo fue a investigar. Llegó a tiempo para ver al monstruo marino surgiendo de las profundidades hacia la desafortunada princesa.

Perseo logró matar al monstruo usando la cabeza cortada de Medusa y salvó a Andrómeda. Se casaron poco después y vivieron una vida plena juntos, en la que tuvieron nueve hijos. Al final de su vida, Andrómeda fue colocada en el cielo como una constelación por la diosa Atenea para que pudiera pasar la eternidad con su esposo Perseo, a quien también se le concedió un lugar en el cielo debido a sus hazañas heroicas.

 

 

 

 

El castigo de Casiopea

 

Si bien Poseidón decidió no castigar más a Andrómeda, no podía permitir que la reina Casiopea quedara impune. La sentó en su propio trono, que hizo colocar en los cielos. Debido a su posición en el cielo nocturno, la mitad del tiempo su silla cuelga boca abajo, lo que la obliga a aferrarse al trono para evitar caerse. Pasará toda la eternidad en tortura como una constelación porque ningún mortal puede afirmar ser mejor que un dios y no enfrentar un feroz castigo.

 

 

 

 

 

La constelación de Casiopea

Algunas fuentes no están de acuerdo sobre la historia detrás de la constelación de Casiopea. Algunas dicen que la constelación es solo un testimonio de las aventuras de Perseo y que en realidad no es la reina torturada. En cualquier caso, Casiopea o su imagen cuelgan en el cielo cerca de Andrómeda y Perseo como un recordatorio constante de sus historias y como una advertencia contra la vanidad y el orgullo.

Otra constelación en esa parte del cielo también recibió el nombre del esposo de Casiopea, el rey Cefeo, aunque las leyendas no explican cómo ni por qué fue colocado entre las estrellas con el resto de su familia.

La historia de la reina Casiopea es otro ejemplo más de los humanos que incurren en la ira de los dioses y se contó como una advertencia a los ciudadanos griegos para que se mantuvieran humildes y trataran siempre a los dioses con adoración respetuosa.