He aquí que soy portador de buenas nuevas para todos aquellos que aman y no son correspondidos, para todos los habitantes del Reino de la Soledad y los inquilinos de la nostalgia… queda comprobado que todo aquel que ama a alguien y no recibe de ese alguien más que rechazo y desplante ....
... es el feliz poseedor del cincuenta por ciento de un gran romance.
Así que de ahora en adelante en las noches de desánimo, cuando en ese diálogo eterno del ser humano enamorado con el cielo falso, no encuentres un tan sólo motivo para seguir amando desmedidamente, recuerda que ya tienes entre tus manos el cincuenta por ciento de un gran romance…
Es más, me atrevería a decir que un poquito, más del cincuenta por ciento, ya que se tiene ese ingrediente infalible que se llama ilusión, que permite ver e imaginar un poquito más allá de las fronteras de la cruda realidad y detectar pequeños puntos porcentuales en cada mirada, en cada gesto, cada palabra de la persona que se ama… (Pueden ser totalmente erróneas las apreciaciones, pero el enamorado ve esperanza hasta en las muescas de asco).
Si un negocio para que sea rentable nos contentamos con un dieciocho o veinte por ciento de ganancia, como no le vamos a permitir al corazón la enorme ganancia del cincuenta por ciento de un gran romance?
No importan los “tal vez”, los “depende”, los “quizás”, los “en una de esas”, las múltiples evasivas que tu corazón reciba, hagamos alborozo y celebremos media fiesta…ya eres poseedor del cincuenta por ciento de un gran romance!
Cuando el mundo se desmorone a tus pies, cuando la vida da cachetadas y no encontramos algo de que aferrarnos, cuando los sueños parecen vanos y no hay donde encontrar una razón para dar un paso más adelante, entonces es que hay que amar, porque para ello nos trajo Dios al mundo…
Amar aunque nos equivoquemos de destinatario…
Amemos a mansalva, queramos aunque no recibamos de regreso más que efímeras respuestas o miles de evasivas, cartas no contestadas, llamadas jamás recibidas, que no se te estruje el corazón ante la semi batalla no ganada, ante la lucha infructuosa de otro día navegando el mar del talvez nunca…
Enhorabuena! Sigue adelante, si amas y no eres correspondido ya eres el dueño del cincuenta por ciento de un gran romance…
-¿Vos y yo hacemos el amor o simplemente tenemos sexo? Cuestiono él.
-Creo que ninguna de las dos.