Los pantalones tan americanos, tan pro USA, tan del vaquero de Marlboro y de los buscadores de oro, tan guantecito donde se enfundan, las más bellas y esbeltas figuras femeninas que nos provocan chorros de baba …
…esa prenda que todos usamos, por imitación de su estilo “tan Estados Unidos” … fue creada en Alemania.
Siglo y medio ha pasado …
Un joven alemán llevó por primera vez a Estados Unidos los pantalones más resistentes y ordinarios que se fabricaban en Europa, nadie podría pensar que los blue jeans llegarían a convertirse en la más conocida prenda del mundo.
El alemán se llamaba Levi Strauss y apareció un buen día en California ataviado con unos humildes pantalones de los que usaban los obreros franceses y alemanes, durante la revolución industrial del siglo XIX. Elaborados en “denim”, un dril azul que aguantaba con todo, hasta con gobiernos bolivarianos, los pantalones de Levi Strauss fascinaron a los fulanos de cuello duro que por entonces andaban dedicados a sacar oro en California.
Levi Strauss no encontró oro en California, pero al poco tiempo la prenda era popularísima entre pioneros y vaqueros, Levi Strauss, descendiente de la tierra de David como era, había montado una próspera fábrica y el blue jean comercial había nacido para quedarse.
Durante muchos años fue mirado con desprecio por las capas medias y aristocráticas, pero el blue jean llegó hasta nosotros.
Hace 40 años era todavía prenda de estudiantes, obreros y, si acaso, tal cual hacendado rico en trance de vestir informalmente. Pero a partir de los años 70 se produjo la explosión del jean. Las cifras no mienten. En 1966 no existía una sola tienda especializada en blue jean en Estados Unidos. Pero en enero de 1971 ya había cerca de 5 mil boutiques que sólo vendían prendas de “denim”: pantalones, chaquetas, faldas, chalecos y hasta carteras.
Hoy son cientos, si no miles, las marcas de jeans que compiten en una guerra sin cuartel por conquistar los traseros del mundo. Hay de todo. Desde la empresas italianas (el Vaticano es dueño de una de ellas, regenteada por el Padre Catani) hasta fábricas chinas que están produciendo durante 24 horas diarias kilómetros de una tela que simboliza la resistente penetración occidental.
Los jóvenes chinos se enfrentaron a Mao Tse Tung en su rígida norma de vestir de China Popular y ganaron, porque el jean no sólo es una prenda cómoda y aguantadora, sino un símbolo.
Dígalo con jeans
Símbolo de qué? Verdaderos expertos han tratado de responder a esta pregunta. Marshall McLuhan, fallecido pontífice de la comunicación, dijo que “los jeans son un rompimiento y una protesta contra el Establecimiento”.
El sociólogo inglés Jack Young explicó: “Al usar las mujeres esta prenda de carácter esencialmente masculino, ceñida y con zipper o botones para hacer pipí por el frente , la convierten en un desafío al pudor convencional”.
Los jeans tienen éxito porque son duraderos, porque son baratos, porque son bonitos, porque son cómodos y porque tienen personalidad, tienen que ver con la libertad Y con el anti convencionalismo. Estadísticamente, se trata de un lenguaje que contradice la realidad. Hoy por hoy deambulan tantos millones de personas ataviadas con jeans, que resulta paradójico que éste siga siendo escudo anti convencional. Pero lo es.
Historia de una discriminación
Y hay muchas pruebas de que la simboliza. La primera es la simpatía que el jean despierta entre los jóvenes. La segunda es el rechazo que suscita entre los miembros estirados y tiesos de la sociedad.
Antes decían los estirados que era exótico y vulgar vestir así. Yo nunca he visto en la calle peatones vestidos de smoking, y hoy todo el mundo … anda de jeans.
Poco a poco va pasando el tiempo y no nos despojamos de los jeans ni una sola vez. Es más, la prenda de Levi Strauss anda en todas las calles y se combina con todo.
Inspirado en esta experiencia, me pregunto a veces si no nos irá mejor el día que elijamos en El Salvador un presidente que use jeans …
tal vez llevando las “campanitas” más cómodas …
… le pongan más huevos a los problemas del país.
Desde niños nos explicaron que para saber si un perro es joven o viejo había que multiplicar su edad biológica por 7. Con los países, entonces, hay que dividir su edad entre 14 para saber su correspondencia humana.
Para encarar la lectura de este post, es importante hacer notar, que está tratado desde el estricto punto de vista del Vaticano o los Estados Pontificios como un Estado, con un sistema de Gobierno, que encabeza por cierto, el Sumo Pontífice, el Papa, lo que lo convierte su función en algo sumamente dual.
Preety interesting … dirían los gringos, usted, estimado amigo o amiga que se pavonea de haber aprendido sistemas binarios en bachillerato, y por eso estar en la disponibilidad de “crackear” el código de cualquier software o programa web … recuerde que usted estudió bachillerato en 1978, cuando todavía existía Earth, Wind and Fire y no existía una computadora en dos mil kilómetros a la redonda …