Con un hola pudimos acercarnos,
con timidez honrosa nos dimos la mano
abrazarse no era opción para este loco corazón,
sabía que volverías, que dirías que estarías para mí,
mi sexto sentido no se equivocó…
Pasaron solo dos días y quisiste tenerme
el huracán apasionado en mi interior
no me permitió resistir o abstenerme,
en mi mente te habías vuelto sorprendente
necesario y hasta te volviste mi presente.
Este terco corazón se ha empeñado
En vibrar por ti, aunque tus sueños sean pesados
Y no busquen satisfacer mi amor…
Pues siento que por mí no estarás más,
Hace cuatro días que el tímido hola no existe.
Y todo se ha vuelto rutina en ti…
NO quiero pertenecerte!
no me abraces quemando mi ilusión
quiero amarte y pertenecerte, pero no más,
si me miras y me tomas y te vas…
Esa es la principal característica de las pilas. Que son como el papel higiénico, las toallas sanitarias, o como la paciencia de las madres; solamente nos acordamos de ellas cuando se acaban y no tenemos ninguna a la mano. Tú estás escuchando tu walkman lleno de felicidad y de repente Justin Bieber se convierte en la Just In and not Sober: se oye cantando como borracho de cuneta.
Aunque no parezca cierto, era una pregunta recurrente de cada uno de mis hijos en sus tiernas edades, cuando sus mentes cándidas no alcanzaban a discernir la verdad, entre toda la fantasía que rodea a la Navidad.
No te cambia la personalidad, aunque te cambies la camiseta, calzoneta, silueta, falso profeta, pizpireta, poco de poeta, mucho de coqueta, no te cambia el cerebro aunque te agregues 3 centímetros de nalgas y 2 números de tetas, sos la misma zoqueta, inquieta, que fuiste en los noventa …