
Sopla un viento del este
en tu mejilla oeste
y borra las lágrimas que no te mereces
El caso de siempre
tu corazón sangrando
una vez más …
Cierto que es cierto
la gente murmura
mi norte no piensa
y mi sur no especula …
Cualquier paso en falso
acarrea blondas consecuencias …
y te hace llorar …
Y te ruego me des
mi segunda segunda oportunidad
un amor como el nuestro
merece un intento más …
Y te ruego me des
mi segunda segunda oportunidad
Antes que todo se hunda
mi segunda segunda oportunidad
Solo soy un ser humano
Más carne que hueso
Más instinto que seso
Más impulso que cerebro ..
Tú sigues siendo
sencillamente perfecta
tu único defecto …
Soy yo …
Puede que mis palabras
no me devuelvan a tus brazos
quizás
pero sé que voy a obligarte a pensar
Y te ruego me des
mi segunda segunda oportunidad
un amor como el nuestro
merece un intento más …
Y te ruego me des
mi segunda segunda oportunidad
Antes que todo se hunda
mi segunda segunda oportunidad …
Entre 1945 – 1950, comenzó en nuestro país, la labor – a veces institucional, como en el caso de Cihuatán, otras veces particular, como en el caso de Tazumal – de preservar, descubrir y excavar los antiguos centros y sitios ceremoniales/habitacionales arqueológicos de nuestro país.

Un día de estos, hace años ya, unos cuantos a decir verdad, estando con toda la familia en misa, esas misas para niños que ponen a los chiquitos adelante y el sacerdote que no se las quiere tirar de el “Steve Jobs de la teología” habla en lenguaje coloquial, Monseñor Delgado (que lo maneja muy bien) trataba de explicar a los niños las diferencias entre el cielo y el infierno, el bien y el mal, entre “arriba y abajo”, empezó a preguntar a los niños si preferían ir “arriba o abajo”.