Hace tiempo mujer, que te miro a través de mi catalejo de desfantasías...
Me preguntarás qué es esto y con qué se come? Bueno, es un invento muy útil de mi realidad cotidiana, que en casos de crisis me sirve para borrarme mucho de aquí y en caso de exceso de fantasía me sirve para volver a poner los pies en la tierra.
Por ejemplo, a finales de quincena y mes, cuando todos prometen y nadie paga y hay que salir adelante y amenazar con abogados, prosopeya cotidiana de la coacción intensiva, entonces me pongo mi catalejo y te veo, y te imagino, sola pero conmigo, que estoy ahí sin estar, lo que equivale a decir que estoy un poquito, aunque casi siempre tampoco ...
Y al verte, te transfiguro en una princesa real de la corte Francesa de Luis XV, y yo no soy el "Rey Sol" sino un simple paje que te rapta y te lleva a un bosque donde me dedico a besarte a mansalva y tus labios me corresponden, y todo esta bien hasta que nos agarran los pretorianos y tu vuelves a tu postura aburrida en la Corte, y yo a una celda inmunda en las Bastillas.
En esos momentos se descarga el catalejo, por uso intensivo, y tengo que volver a guardarlo, para que agarre un rato más de energía y me toca romperme el cráneo contra inventarios, planillas, expedientes y pendientes.
Pero entonces, tú emerges muy bien de no se donde, y me sonríes, y me iluminas el día, y saco una vez más el catalejo de desfantasías, y somos Romeo y Julieta, pero no tanto, y en el balcón de Verona donde estás, te recito mi letanía y tú ... en lugar de esconderte por la proximidad de tus
padres, saltas y te deslizas por la enredadera de la segunda planta y pones tus pies en mi tierra, con tus pies entre los míos y viceversa, y tras besarte decidimos que no conviene morir de amor, sino vivir por amor, por lo cual el suicidio no es opción viable, y huimos en una carroza tirada por tres caballos y medio, porque el segundo de la derecha patojea, y entonces la cuadriga se desnivela y caemos un barranco donde somos perseguidos implacablemente por un helicóptero que no tienen nada que estar haciendo en Verona y en época medieval.
Entonces, vuelvo a soltar el catalejo, para que descanse, porque se le cruzan los programas, y sin embargo siempre estás tú, linda, honesta, clara casi transparente, tan así que casi puedo leer tus pensamientos a través de tus ojos ... y me gusta, y me da vida y espero que te la de a ti también ...
Pero resulta que otro cliente pegó setenta gritos porque un trabajo no salió como debía y bla bla yada yada yada, por lo cual mi catalejo te busca y soy un espécimen extraterrestre de un planeta llamado Solaris y tú eres comandante de una expedición de la NASA, primera misión interplanetaria conducida por una mujer, y te encuentras con la sorpresa de mi alienígena presencia, pero como no vienes sola ... hago que tus astronautas acompañantes se pierdan en los valles secos de mi planeta, por que la verdad, jamás había visto una mujer tan bella como tú... y lo que quisiera es raptarte, pero entonces vuelve a aparecer la carroza de caballos de Verona, con los tres caballos y medio, que no tiene nada que estar haciendo en este mundo extraterrestre y me doy cuenta que el catalejo ya cumplió su función de el día de hoy.
Te darás cuenta lo ocupado que paso en mis ocho horas laborales...
Conversaban la niña y un señor muy anciano en un cuarto del hospital, ahí estaba postrado en una cama un hombre, tenía un tubo que salía de su boca éste le ayudaba a respirar, otros tubos de plástico salían de su brazo derecho el cual le inyectaba un suero intravenoso, un aparato registraba su ritmo cardiaco y otro aparato los demás signos vitales; la niña le dijo al anciano:
Dado que el poder emana del pueblo, y que según el art.80 de nuestra Constitución de El Salvador, dice claro “El presidente y Vicepresidente de la República, los Diputados a la Asamblea Legislativa y al Parlamento Centroamericano (todavía existe? .. Para qué ?) y los Miembros de los Concejos Municipales, son funcionarios de elección popular …
De pequeño, era mi admiración, pero en la medida que iba creciendo, fui viendo y descubriendo ciertos detalles de este ratón orejón, que me fueron haciendo perderle