Dijo “no quiero”, se envolvió en mil mantas a pesar del calor y en medio de la oscuridad me quedé con la visión de su cabellera larga escondida en medio de una frontera de almohadas …
Dijo “no quiero” y cayó el telón, no habría intimidad esa noche, ni la anterior, ni la anterior ni … ni años antes, acaso la hubo alguna vez ? El telón deja un cúmulo de sueños de un lado y un lote de preguntas del lado contrario ...”no quiero” y está bien, cada quien es dueño de su vida y gerente general de sus ganas, su cuerpo, pero en qué momento del paso del tiempo juntos, las mismas ganas, que obligaban a ambos a estar escondiéndonos en rincones en épocas de novios se convierten en el “no quiero” de los casados ? En qué momento asesiné a mi novia al casarme con ella y convertirla en mi mujer ?
Dijo “no quiero” y se ahorró todo el discurso que por lo general acompaña al “no quiero” o sea “mira, hay que pagar la luz, mañana se vence, tengo que hacer supermercado, los niños necesitan zapatos nuevos”, y la diatriba de necesidades domésticas que pueden aniquilar cualquier intento de iniciativas de intimidad, sin pestañear siquiera … en que momento los hijos asesinan a la pareja ? O como bien cantaba Sabina … donde queda el sexo sin amor de los casados ?
Dijo “no quiero “y uno se queda debatiendo con el cielo falso, en medio de la oscuridad que es tan mala consejera, si uno ha fallado en sus deberes de la tal intimidad o si sus cada vez más prolongadas ausencias implican que alguien si cumple bien esos deberes … o las dos conjugadas … o a la gran puta ! Por qué tiene que ser tan endiabladamente difícil ?
Dijo “no quiero” y uno se queda preguntando …
… cuantos “no quiero” más
… faltan para el “no quiero” final ?
Cuando del Viejo Mundo a América llegaron los conquistadores, trajeron una serie de cosas buenas y una sarta de porquerías …
El año 2018 y el 2019 fueron años convulsionados y de grandes cambios para nuestra sociedad. Si bien nos encontramos en un proceso de desaprender para luego aprender al menos lo importante es dar los primeros pasos como sociedad …
El concepto de nombrar huracanes con nombres de personas, surge a mediados de los 50´s, era una manera de tratar de explicar lo inexplicable a la población, o sea que llegaba un visitante con malas intenciones al vecindario, éste se llamaba “x” y había que estar pendiente.