Mis sentidos han reclamado esta madrugada,
en el mayor de los silencios,
el susurro de tu voz ..
... ese susurro que ha erizado mi piel, de tanto frio
por tu ausencia.
Desnudando las pasiones
atrapadas en el tiempo,
que llevo por dentro,
asi casi perdidas y
teniendo viva una añoranza de ti.
Mis sueños han sido plasmados
en prosas y versos,
perdidos ahí con los besos,
que no han llegado a ti,
encontrando así, el refugio para lo que somos,
lo que fuimos y no seremos,
mis deseos los he arrinconado
en cada uno de los espacios
donde un día navegaste en mí.
Hoy tengo añoranza de ti
de tus besos intensos,
de tus caricias desmedidas,
de tus entregas en descontrol,
donde si te pienso,
me entra mas la añoranza de tu piel.
Y asi vivirte en un recuerdo adictivo,
es tenerte una vez más en mí,
pegando más fuerte esta añoranza de ti,
que un dia fue tanto fuego
y hoy se resume a esta prosa
donde te encuentro y me encuentras.
Y asi voy en esta eterna añoranza de ti
cubriendo las noches, tapando las madrugadas.
asi te sigo añorando en el tiempo,
gastando mis horas,
hasta el día que mi piel y la tuya
se pongan a tiempo en sus deseos.
Todos aquellos que se reconfortan y regocijan, en la desdicha de otros, o sea, son felices por la desgracias de los demás y no por los logros propios (de hecho no tienen ninguno), cerebros masturbaticios de cuarta categoría, van a tener que buscar ….
Escuchame bobalicón, caradura de colección, buscón pero cagón, tu presencia es una obstrucción, tu ausencia es una bendición, promotor de destrucción, mártir de quinta extracción, quien te dijo que si vivimos a las patadas … los salvadoreños vivimos mejor?
Si me van a acusar de loco, derechito al manicero mejor ! Nunca he sido persona de ir al psiquiatra. A la fecha, había logrado el precario equilibrio de mi cerebro con lo que tengo a mano: en una época cambiaba de novia semanalmente como James Bond; en otra, tomaba una que otra anfetamina, como Funes, y quedé incapaz de amarrarme los zapatos; en una, no muy lejana, abusaba de los Doritos, como doña Milagro Navas.