En el frigorífico donde se congelan
los amores que fueron y dejan de ser
se enfría el nuestro
tan noble
tan leal
tan imperfecto …
Y caemos en el mismo complot de falsedades
de trastocar en mi realidad
nuestras realidades
y ninguno de los dos tiene razón
pero se castiga al corazón
tan rompible
tan frágil
tan voluble
tan quebrable …
Ya basta de alfalfa
palabras inventadas
ya basta de mentiras
procesión que lastima …
Las mismas falacias
frases altisonantes
pierdo mi vida en cuatro versos
y esto …
ya me lo hicieron antes.
Sé que vas a terminar matándome …
el puñal asesino del adiós
me roza la espalda
y lo peor
es que al voltearte hacia la puerta
no vas a poder leer
en cada gota de mi sangre derramada
que siempre te amé
como merecías
ser
amada
“El asesino sabe más de amor que el poeta”. (Joaquín Sabina).
A mí lo que más frustración me da, es que en todo el mundo sigamos usando refranes pasados de moda, como por ejemplo la clase de cuchillo que hay en la casa del herrero. Con la mano en el corazón, ¿alguien vio alguna vez a un herrero? No.
En los años 60´s por primera vez, se tuvo conocimiento, en nuestra campiña salvadoreña, de “La Bestia”, así se llamó por primera vez, al raro animal, que asolaba nuestra campo y mordía, desangrando, a diferentes animales … terneros, perros, becerros …