logo

n YOUNG COUPLE SEX 628x314

Tirada en mi cama con una sonrisa

totalmente debilitada por tanto deseo de ti

 

me llevaste al éxtasis tantas veces,

mi feminidad produjo y reprodujo tantas emociones

tus dedos mágicos entrando en mí

tus labios traviesos recorriéndome por completo,

tu lengua voraz, quemó mis poros a plenitud

 

Quise satisfacerme en ti

pero tú, te aprovechaste de mí,

con tus locos deseos fugaces y eternos

mirándome con tu pasión,

Desnudando mi corazón, arrancando cada botón.

tus dientes salvajes forcejeando con tensión

devorándome apasionadamente; mordiendo mis besos,

mordisqueando milímetro a milímetro …

 

Tus dientes, labios y lengua

deslizando poro a poro, haciéndome explotar,

acabando por completo y volviendo a empezar.

siguen tus dedos rápidos por mis piernas

despertando palpitantes sudores,

que aceleran con ímpetu mi respirar …

exhalo tu aroma, ya no puedo parar

 

Quiero que puedas perfectamente, en mí estar

y que ya nunca desees escapar

cierro mis ojos, vuelvo a gritar,

aprietas mis caderas y eso me incita a amar

déjame quieta, quiero disfrutarte,

rodeando con mis muslos tu cuerpo …

… tan intenso.

Otros Posts

De sábana bastante inquieta

edadmedia amor.jpeg

Seamos sensatos! No le podemos echar toda la culpa de las perversiones sexuales del planeta al Internet y sus páginas porno, porque mucho antes del nacimiento del Internet, pervertidos y pervertidores, de sábana bastante inquieta … ya existían.

Historias de Copa América (1). 1919 Morir por el balón

5ce9bf0976271

Muy similar al caso de nuestro recordado Oscar Alberto Quiteño, quien encontró la muerte salvando su portería en la grama del estadio que hoy lleva su nombre (Ver en este mismo blog ....)

http://www.danielrucks.com/index.php/deportes/41-vida-y-muerte-de-oscar-quiteno 

La firma no se hace responsable por …

images 1

Básicamente por nada, por daños o fallas del producto vendido, por imperfecciones derivadas del mal manejo de cajas, contenedores que traían el producto y al abrirlo usted en casa, le salió una soberbia cochinada.

© Daniel Rucks 2025