Un encuentro contigo,
más que una aventura,
un encuentro casual ...
quizá una oportunidad de amar,
quizá te he amado en silencio,
o te he amado en mis sueños,
en esas noches de arrebato
Donde sin pensarte
Te he soñado y te hice mío.
He soñado con tu majestad,
He amado tu virilidad,
Tu expresión total de hombre
ha quedado impregnada en mí
Con todos tus desbordes,
Tus fuerzas, tus deseos,
Tu pasividad,
que se ha vuelto salvaje
junto a mí, recordando...
El detalle aquel de mi blusa
Que tiraste con ferocidad,
Tu salvaje don de hombre me tumba en la cama,
Me debilita ante ti,
Y no me permite pensar,
¡te dejo que me tomes!,
Me gusta que me atrapes,
Cómo cuando desgarraste mi ropa interior,
que era especialmente para ti.
Ese color perla, sobre mi blanca piel bronceada,
te hizo enloquecer,
exhalaste con un hilo en la boca
Y la pieza entre tus dientes,
la arrancaste sin parar
... ¡Padre Mío!... ¡Cuánto ame ése acto tuyo!
De arrebato, sin sosiego...
Cuando mi sostén miraste y en un acto quitaste
Para admirar el volumen de mi piel...
Todo lo que ocasionas en mi es orgásmico
Mi amado clavel de papel ligero...
He pecado tantas veces contigo,
he quedado sin salvación por desearte
he devorado completa tu piel,
he tocado tu amanecer de caprichoso adolescente
cuya virilidad mañanera sorprende...
eres inmenso, eres pleno, cuando me tomas, sereno...
Mi concupiscencia se desordena contigo
Bajar y subir pasajeros de un bus en lugares que no estén señalados como parada de buses … pero lo hacen
Las llamas se elevaron hacia el cielo desde docenas de barcos en llamas, creando una pared de humo que se deslizó hacia el Océano Pacífico. El estruendo de la sucesión de múltiples explosiones sacudió el Cuartel General de la Marina en Pearl Harbor … otra vez, dos años y medio después, en 1944.
Te pido un imposible, algo raro,
eso que condenó nuestro deseo
al baúl del recuerdo prohibido