Un Gobierno es un Gobierno,
no es designio
de Dios, sino del pueblo.
El pueblo de Dios ?
El pueblo
es el pueblo.
Y Dios es Dios.
Los pobres ahora tienen otros dueños
y por eso son estructuralmente
pobres.
Eso no lo manda Dios
eso lo moldea
la Ley de Mercado.
Y los ricos
son ricos
en cualquier religión.
Los mercaderes
siempre vuelven al templo
ahora en forma de franquicias
y los templos se vuelven geniales,
modernos malls
centros comerciales.
Ahí se cambia el concepto de Fe
porque se adora al Dios “Dinero”
y se gasta
aunque casi siempre
no se tenga.
Y la Fe a veces es adúltera
y ocupa el corazón del nuevo
dueño del templo.
Pero lo teológico
no es lo ideológico,
la Divinidad
no es humana.
Predicar no es repetir.
Evangelizar no es
enseñar a consumir.
No todos los sacerdotes
son pederastas
Y aunque el Papa
es austero
a ninguno le es ajeno
el Dios Dinero …
Y el Dios Espejo
ese de la vanidad
ese de la soberbia
pecado tan capital
que muy pocos dejan de practicar …
Y todo este bisbiseo
panfletismo barato
para devotos, agnósticos, ateos
es para no olvidar
ni permitir que nos hagan olvidar
o nos distraigan
de un mandato divino
escencial,
impostergable …
El derecho a la vida
que quede bien claro …
no es negociable.
“En tiempos de crisis”, dijo Winston Churchill, “los mitos tienen una importancia histórica”. El ex primer ministro británico tenía razón al decir que los mitos pueden inspirar a los soldados a tener coraje en el campo de batalla, a pesar de las abrumadoras probabilidades de muerte.
Sin embargo, algunos mitos se han contado durante tanto tiempo que casi todo el mundo piensa que son ciertos.

Soñar es fácil. No digo hacerse ilusiones, sino acostarse a dormir y que te pasen una película por la cabeza. Yo sueño siempre, no como la Griselda, mi esposa, que dice que no sueña. Para mí que lo que le pasa es que no escucha el argumento de sus propios sueños, porque ronca tanto que parece el fin del mundo.

En septiembre de 476 d. C., el comandante bárbaro Odoacro obligó al emperador romano occidental RomulusAugustus a dimitir de su cargo. El cronista de Constantinopla,Marcellinus Comes escribiría en la década de 510 que cuando "Odoacro, rey de los godos, tomó el control de Roma", el "Imperio occidental del pueblo romano ... pereció".