Resulta que cuando a Mao Tse Tung, agarró y le dio por morirse (todos creían que era eterno), ya hace bastante, en 1976, China empezó a ser un poquito menos comunista … no mucho, pero un poquitititito menos …. Y entraron los restaurantes de comida rápida.
El caso es que la estudiante china Yun-Jee López Molina (*1), se había citado con varios compañeros para comer alguna hamburguesa y gaseosa en uno de esos Mc. Algo … de repente, la muchacha sintió que algo le subía pierna arriba hasta que, sorprendida y atemorizada, asestó un golpe al extraño objeto y el objeto la mordió.
Resulta que el extraño objeto era un ratón, que al sentirse agredido, le hincó los dientes a Yun-Jee (*1. Aclaro rápido que el nombre es ficticio, pero la historia es totalmente real … Danielito .. a quien se le ocurre una china apellidada Lopez Molina?).
Como resultado del incidente, Yun-Jee demandó a la famosa cadena de restaurantes y exigió 2.600 dólares de indemnización por el mordisco, pasó meses enteros, pagó abogados, el caso se volvió casi un pleito de la Revolución de China Popular vs. el Imperialismo Yanqui, y después de muchas vueltas a Yun-Jee ..le quedaron 290 dólares de indemnización por daños.
Lo que equivale a decir, un poquito más que el salario mínimo nuestro en El Salvador, que como todos sabemos no alcanza para nada …
Sin embargo, y no es por defender a las cadenas de comidas rápidas, no hay que extrañarse de que en restaurante oriental encuentre uno ratones. Lo que no es raro es que aparezca extendido y empanizado en la bandeja.
El noble y laborioso pueblo chino padeció durante siglos las vicisitudes de la falta de alimentos, y durante ese tiempo el ratón se convirtió en apetitoso y preciado plato. En las épocas de verdaderos problemas para procurar alimentos, o sea algo paradójico en el país más poblado del mundo, con amplias extensiones agrícolas (época de la ruptura de China con el marxismo/leninismo de la URSS, en la década 50´s – 60´s) tambié se comieron los perros y los monos.
Lo digo con un poco de admiración y bastante asco, porque un buen sándwich de chimpancé o unos huevos fritos con perro salchicha debían ser verdaderos manjares para una población que se moría de hambre.
Que los ratones ya no estén en el piso, en la pierna de Yun-Jee sino en el plato, revueltos con arroz y brotes de bambú con salsa de soya, constituye un formidable avance de proteínas en un país que supo lo que es el hambre.
Y que pasó con Yun-Jee ?
Pues los sistemas comunistas con o sin Mao Tse Tung, tienen los mismos vicios de corrupción del capitalismo y afines, las ideologías escritas pueden sonar muy bien, pero ya puestas en manos de operadores políticas, terminan siendo la misma chanchada en todas partes (sino miren como va nuestro país en picada).
La gente de la transnacional de comidas rápidas, logró meterle una adenda a la sentencia, y Yun-Jee, recibió su pago en certificados canjeables por comida del mismo restaurante.
Así que Yun-Jee terminó comiendo en el mismo restaurante con el ojo puesto en que ningún ratón le subiera por la pierna, pero contenta al menos de que ninguno apareciera entre dos panes de hamburguesa, con lechuga, ketchup y pepinillos …
Nadie sabe que se cocina en la cocina de cada Gobierno … pero de la cocina del nuestro llegan aromas muy extraños.
Alguna vez, una señora china, que tenía un restaurante de comida china en Managua me dijo la frase …
“Te gusta la comida china ? Entonces nunca te metas a la cocina de un restaurante de comida china”.
Soñar es fácil. No digo hacerse ilusiones, sino acostarse a dormir y que te pasen una película por la cabeza. Yo sueño siempre, no como la Griselda, mi esposa, que dice que no sueña. Para mí que lo que le pasa es que no escucha el argumento de sus propios sueños, porque ronca tanto que parece el fin del mundo.
En una época como la Navidad, cuando se supone que tenemos que ser todos buenos y felices, vivir en armonía y hasta besarnos bajo el muérdago, comiencen a aflorar nuestros crueles, repugnantes y más bajos instintos: si … nos dedicamos a fantasear con la mujer del vecino y todo eso, pero es normal … no pasa de ahí: La maldad del Grinch está en la lotería.
Hace 28 años, exactamente, después de casi 10 años de una intensa (y a veces menoscabada) guerra de desgaste en puntos del interior del país. El FMLN, en armas, entró a la ciudad capital.