“Sacame de esto Chele, sacame – me dijo con su rostro ya desfigurado aquel amigo – sácame de esto y salvame, estoy podrido por dentro, tengo el cuerpo lleno del más letal de todos los venenos”.
Este amigo de otras épocas, había caído en drogas, y su familia, por mi organización y ejecución de las caminatas antidrogas de lado a lado de El Salvador, creyó que si hablaba con él, lo podía sacar del problema, básicamente, se habían dado por vencidos y se aferraban a cualquier cosa. Hablé con él, ratos largos, dejó de consumir dos días, recayó, murió al poco tiempo, de herencia me dejó la frase ...la droga, el más letal de todos los venenos.
Es el peor veneno que puede circular por las venas abiertas de una sociedad. Quema las cabezas de los más pobres que consumen crack como un viaje de ida al delito, sin viaje de vuelta a la normalidad y al decoro porque consume voluntades, y conduce a la degradación de los salvadoreños como personas.
Prostituye las relaciones económicas de los sectores de mayores recursos que utilizan la cocaína para evadirse y el lavado de dinero para evadir. Les otorga a los narcotraficantes un poder fenomenal para corromper políticos, jueces y policías. Es cuando el crimen se convierte en organizado y cuando las muertes empiezan a multiplicarse.
Unir a todos los salvadoreños detrás del combate integral contra el consumo y el tráfico de drogas podría ser una maravillosa utopía de todos sin distinción de camisetas partidarias. Extirpar la droga y a los jefes criminales que la manejan va a hacer más libres y más sanos a nuestros hijos y más transparente a nuestra putrefacta sociedad. No parece que los gobiernos se lo tomen como una verdadera política de estado. Y lo digo por todos los gobiernos, el de ahora, los anteriores, … quien sabe si los que vienen tampoco.
Porque mueve dinero, y el dinero compra cualquier voluntad, cualquier cuerpo policial, cualquier juez, cualquier jueza, cualquier gobierno.
No estamos las familias Salvadoreñas ni las autoridades y mucho menos nuestro gabinete de Seguridad alertas, movilizados, conscientes, cultos y preparados para luchar contra la droga que es la principal dinamita de la convivencia pacífica y los lazos solidarios. Hay que atacar a fondo y con la fuerza de todos. Algo estamos haciendo mal. Tenemos la guardia baja. Estamos mirando para otro lado. Si no las cifras no serían tan alarmantes.
Cómo es posible que solo durante el año pasado hayan pasado por nuestra bendita Patria más de 200 toneladas de cocaína, amapola (material básico para heroína) y afines en un año (aproximado 2014)? 200 toneladas del más letal de todos los venenos que se transporta en barco, mulas, camiones o en aviones a través de nuestro paisito al año.
Y para colmo, el más letal de los venenos financia pandillas que son pregoneros de muerte, marca con sangre la posesión de la esquina, con cabezas inocentes en maletines las áreas de venta, con buses quemados con sus pasajeros adentro la territorialidad, los Zetas y el cartel de Sinaloa se pasean por el norte de Soya y Delgado, Mejicanos, Ayutuxte con toda tranquilidad, mientras la PNC “comienza a sospechar de su presencia en el país”.
La cantidad de cocaína que logra capturar el aparataje de Seguridad de nuestro país va en bajada, en el 2007 se incautaron 4074 kgs de cocaína en el país, en el 2009, solo 394 kgs, menos de la décima parte, en el 2014/2015 va creciendo la eficiencia de a poco … los narcos mandan “cargamentos señuelos” a través de las fronteras (El Amatillo, por ejemplo) para que los capturen, mientras distrayendo la atención, los cargamentos grandes, pasan de largo.
Como se soluciona ? Mas radares, más controles, coordinación entre policías y fiscales, jueces expertos y honestos, ministros de Salud, Seguridad y de Defensa que trabajen juntos y una sociedad participando …pero sobre todo, que los que manden, no sean los mismos que se lucran de la droga.
Hay un ejército de fantasmas degradados por la marginalidad y el maldito crack que forman 120 mil salvadoreños. Escuchó bien? 120 mil compatriotas casi todos pobres de la más abyecta pobreza y casi todos jóvenes, que están fabricando su propia muerte con esas pipas asesinas. El humo les tritura las neuronas.
En seis meses se convierten en monstruos con un lejano parecido a los seres humanos. Es un genocidio silencioso. Un crimen de lesa humanidad. Ojalá estos gritos no queden en el desierto. Para que cada día haya menos droga y menos drogadictos en nuestro país. Para que abandonemos semejante oscuridad. Antes de que sea demasiado tarde para lágrimas. Por qué no nos organizamos como sociedad con el Estado a la cabeza, si es que no está muy pisteado aún y matamos a la droga antes de que la droga nos mate a nosotros ?
Porque una cuestión es clara, a El Salvador, compatriotas, o lo sacamos del hoyo entre todos o nos hundimos con él.
“Esta es la emisión especial de deportes de Radio Vaticano, ahora que el Santo Padre Francisco, es un fanático futbolero, ha adquirido realce la Copa Clerical .. fundada en el 2007 y que enfrenta equipos de obispos, vicarios, sacerdotes, seminaristas de todo el mundo …
El día comenzó con mucha brisa y pocos centros electorales abiertos, lento como pedo de tartamudo, y con el estoicismo que tenemos los salvadoreños desde siempre, desde aquellas épocas del PDC cuando votamos bajo las balas …
Cualquier arquitecto, estudiante, conocedor de cultura general, si se le pregunta que nombre a un arquitecto famoso, lo más probable es que le diga Frank Lloyd Wright.