Quien fue este bombardero solitario ?
Cuando pensamos en bombardeos japoneses sobre Estados Unidos, la Historia y Hollywood nos venden una imagen … Pearl Harbor y dejemos de contar.
Sin embargo, un hecho poco conocido, que tuvo lugar durante la II Guerra Mundial, se dio la mañana del 9 de septiembre de 1942 cuando Nobuo Fujita un sargento especialista y aviador de la Armada imperial Japonesa, se subió con bastante dificultad a un avión -entre otras cosas porque llevaba adosada al cuerpo una espada de Samurai- sabía que estaba por hacer historia.
Su misión era nada más y nada menos que bombardear el territorio continental de USA, más precisamente Brookings, Oregon -proeza que no tendría comparación hasta que los terroristas musulmanes, si es que fueron ellos, volaron las torres gemelas en NY.
Era una cuestión más complicada de lo que hoy parece, el piloto Nobuo Fujita, quien, desde un submarino porta-aviones I-25, tecnología usada por Japón, tenía que transportar un hidroavión desarmado en el sumergible y en menos de una hora instalar la catapulta de lanzamiento en la cubierta para lanzar el avión totalmente listo.
De esta manera, fue lanzado desde el mar para acercarse hasta 80 kilómetros del objetivo, partiendo en su hidroavión Yokosuka E 14 y llegar hasta las costas de Oregon donde lanzó bombas incendiarias sobre el bosque y llegó a tocar un objetivo militar.
Pero en realidad ... nada de eso causó un real daño, su nave, que permitía un piloto y un navegante de reconocimiento -- Shoji Okuda, quien moriría en acciones futuras, era más parecida a un planeador que a un bombardero, y en cuanto a daños a la instalación militar, sólo se trató de la destrucción de una cancha de baloncesto.
En cada una de sus dos excursiones sobre territorio yanqui lanzó seis bombas de 76 kg, que dispersaban 520 bolitas incendiarias en un área de 90 m2. Y como dijimos antes por suerte nada de daños mayores.
Pero la hazaña, en realidad fue Fujita y su copiloto, pudiesen salir con vida y llegar hasta el submarino nuevamente, para volver a lanzar el avión la mañana siguiente y volver a atacar.
Vienen los japoneses !!
A pesar del poco daño causado, por la acción de Fujita, el mensaje quedó claro para las ciudades costeras desde Alaska hasta California: el brazo Imperial nipón podía alargarse y amenazar a todas las ciudades de la costa.
La alerta fue general, de hecho Fujita, tenía planeado un ataque con armas químicas a las costas de California, desde el mismo punto del Pacífico, el cual nunca pudo llevar a cabo, porque Hirohito capituló antes y Japón se rindió en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
El delincuente siempre vuelve al sitio del crimen …
Pero aquí no hubo crimen tal, extrañamente, para Brookings, fue el único suceso importante en todo el marco histórico de la ciudad.
Así que veinte años después, en 1962 y convertido en próspero comerciante metalúrgico, Nobuo Fujita recibió una invitación para que visitara el pueblo en su aniversario.
Cuál no sería su sorpresa! Cuando al llegar a Brookings fue tratado con una consideración una y calidez admirables, participó en actos oficiales, en organizaciones deportivas, club de veteranos de guerra, en las iglesias y hasta en agasajos de parte de la comunidad japonesa del pueblo (precisamente, las víctimas inocentes, de la guerra en general y de su acción en particular, recordemos que hubo campos de concentración para civiles nipones en California).
Cuando murió, en 1997, su hija, Yoriko Fujita, en cumplimiento de sus deseos, dividió las cenizas de su padre en dos porciones, una, que quedaría en los mares de su Japón natal, y otra que llevó directamente a esparcir en los bosques de Oregón, los mismos bosques que una vez , trató de incendiar.
(Pequeña parodia de las pláticas “de hombres” cuando hablamos de mujeres, claro, sin mujeres cerca).
Estaba sentado en casa, haciendo trabajo domiciliario en la PC, cuando me acordé que tenía que llamar por teléfono a un compañero de trabajo que me tenía que pasar un dato. Marqué el número de memoria desde un fijo. Me contestó un fulano con muy mal humor diciendo:
Tiene nada más y nada menos que 4.000 años la historia del chocolate comenzaron en la antigua Mesoamérica, lo que hoy es México. Es aquí donde se encontraron las primeras plantas de cacao. Los olmecas, una de las primeras civilizaciones de América Latina, fueron los primeros en convertir la planta del cacao en chocolate.