Tener amigos … es una gran onda! Nadie lo niega, ni el hombre ni la mujer nacieron para estar solos …
Inclusive, sin necesidad de ningún soporte científico o comprobación de laboratorio, podemos ratificar lo dañina que le resulta al ser humano la soledad (prolongada o como forma de vida) si una persona se empeña en ello, nos individualizamos, nos aislamos, perdemos pie con el mundo exterior.
Basados sobre la propia experiencia ya hubiera bastado quizás para afirmar, con toda contundencia, cuánto mejor se sobrelleva un duelo, un mal trago, una enfermedad o cualquiera de esas zancadillas con que nos suele sorprender la vida si hay un hombro amigo sobre el cual recostarse a llorar.
Porque si ellos y ellas son ya imprescindibles en las buenas, su presencia, en las malas, crece a nivel exponencial y a escala geométrica.
Ahora bien … la ausencia de pareja ?
Nos es totalmente conocido y no vamos a ser moralistas en hacernos del ojo pacho con respecto a los “amigos con derecho” o “sexo solidario”, existe, en épocas de soltería no es condenable si esto no arruina todos los beneficios de la amistad.
Empieza con el “mirá … y si venís a casa y vemos un película ?” y termina en el lecho no – nupcial.
Como si la experiencia no fuera ya prueba suficiente, ahí está Katerina Johnson, del Departamento de Psiquiatría y Psicología Experimental de la Universidad de Oxford para dar un aval certificado. Su interés estaba centrado en las endorfinas, un neurotransmisor parte de nuestro circuito del placer y del dolor que, según algunos estudios, promueve los vínculos entre los seres humanos.
Estos vínculos o interacciones, según otra teoría, disparan emociones positivas cuando las endorfinas se unen a los receptores opiáceos del cerebro, brindando la sensación de bienestar que aparece cuando estamos entre amigos.
La amistad fortalece nuestro “escudo” para enfrentar dificultades …
Es exactamente igual a lo que sucede con el “amigos con derechos”, si no hay nadie en el horizonte, la tensión sexual se acumula (no nos hagamos tarugos tampoco), claro, el problema es que nadie habla de ello … no hay pláticas tales como:
- Que te pasa Leticia? Te veo estresada !
- Ah …es que esta tensión sexual acumulada me tiene tan nerviosa …
Por eso se opta a la solución antes mencionada, insisto, si no menoscaba la amistad, que es lo verdaderamente importante, es un buen punto …ojo ! no hablo de amistades virtuales, ni por ordenador, hablo de conversación, de cara a cara, de piel.
Buscando probar esto Johnson puso en marcha el trabajo de investigación que le permitió llegar a la conclusión que ratifica lo que empíricamente ya sospechábamos: cuantos más amigos tengamos, mayor será nuestra resistencia al dolor.
No por nada Cicerón decía ...
“si la amistad desapareciera de la vida, sería lo mismo que si se apagara el sol, ya que nada mejor ni de mayor deleite hemos recibido de los dioses inmortales”.
Horacio era mi némesis. Sólo él podía despertar mi odio más visceral, mis impulsos más violentos, mis pensamientos más asesinos. Cuando lo veía mi cuerpo se preparaba para un combate de vida o muerte: mi pulso cardíaco se aceleraba, mi sangre fluía hacia los músculos más grandes para luchar o huir y mis células comenzaban a consumir energía de reserva.
- Hola! Soy Luna, alter ego de Karen, mucho gusto