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Vea, Don Profe… y disculpe usted que lo llame así y no Presidente de la República de El Salvador, como compete a su investidura, pero es que el título último ha estado en tan malas manos los últimos años, que hasta insulto podría parecer … y no sé, se me ocurre que para lo que le quiero decir, es más fraternal llamarlo “Profe”.

 

Yo he leído mucho sobre usted, además leí su libro, y en lo particular nos hemos saludado un par de veces. Claro, eso no me da lugar ni entrada para hablar tan francamente con usted, más aun si agrego el obvio dato que no voté por usted, sino que por el otro, aun a sabiendas que ninguno de los postulados iba a poder solucionar el enorme abismo social y económico en el que le han dejado el país … porque le han dejado un “agujero económico” más grande que el Cañón de Colorado.

Pero aun así, siempre, a lo largo de mi vida he admirado a las personas que tienen un ideal, se aferran a él y no dejan de luchar  por el mismo hasta su muerte, aunque yo no comulgue ideológicamente con el ideal en sí, sino con la lucha, tesonera, sin cambios, sin prostituirse.

Por eso siempre digo que religión, equipo de futbol y partido político son una decisión única en la vida … aunque no sé a qué equipo le va a usted.

Fíjese que oí, igual que todo el país su discurso inaugural (estaba en cadena, no había de otra) y me gustó su arranque, el trato hacia su esposa, algo tan manoseado en el pasado inmediato. Vi sus primeras acciones, me agradó que les cayera de sorpresa al personal del Rosales, a ver si estaban a la hora de entrada, prestando servicio a tanta gente enferma y desposeída que tenemos en el país …

Y esas cosas me gustan, me parecen bien … aunque insisto, no soy palabra autorizada al respecto.

Pero la prepotencia y soberbia, el universo paralelo en el que han vivido nuestros últimos gobernantes, entre las anfetaminas y las hemorroides de no moverse de su escritorio, han sido tan desastrosas, que uno se alegra, o al menos alienta una esperanza … de que todo vuelva a la sencillez y austeridad que la Patria (así con mayúsculas) necesita.

Por esa Patria usted luchó Kalishnikov en mano, otros lo hicieron vistiendo verde olivo, muchos de los unos murieron igual que muchos de los otros. Muchos luchamos por esta Patria desde la trinchera particular de nuestros trabajos, los que tenemos la dicha de tenerlo, desde el emprendimiento propio, desde el tugurio vulnerable por quebradas enfurecidas en estas épocas del año …

No deje de lado a ninguno de los mencionados Profe

 y a todos los que no mencioné tampoco.

Eso de “sigamos adelante” dele “delete”, no “play”, que los últimos años retrocedimos como el cangrejo y si sigue en la misma huella, menos más menos siempre le va a dar menos … usted lo sabe, es profesor rural, de los de a pie,  y sabe que ese no es el camino.

Profe, mire ..pero sobre todo

… los pies en la tierra

… las chanclas en la zanja

… sudando el mismo sudor del pueblo.

No alejarse de la realidad nacional, como han hecho sus antecesores.

Esa vibra me dio esta primera semana, Profe .. y eso era lo que quería decir …

Usted disculpe …

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Ley de MurphySoy fanático de las Leyes de Murphy, como podrá darse cuenta cualquier cristiano (musulmán, judío, budista, etc.) que lea este blog. Por lo general la “murphyología” se aplica a cosas de trabajo y similares, hoy se me ocurrió meternos más en como Murphy y su ley (“Todo lo que puede salir mal, saldrá peor”) afecta en el ámbito hogareño.

© Daniel Rucks 2025