
A propósito de hipopótamos, Alfreditos y Gustavitos, ambos muertos en el mismo recinto bajas circunstancias poco claras …
… las campanadas de la muerte dejan bien claro que repican, donde les da la gana en nuestro país, y sus tañidos suenan cada vez más cerca, sin que nadie, léase bien, nadie haga algo por impedirlo.
Si a Alfredito lo mató una manzana o una bolsa plástica en el 2004, cualquiera de los dos objetos no eran parte de su dieta y no debió de haberlos consumido …quien cuida? El sepelio, veintiocho años después de su llegada al Zoológico, fue a puertas cerradas, sin prensa ni testigos … pero todo fue minuciosamente presenciado desde las ventanas de los Condominios Modelo y la Escuela República de Brasil …
Gustavito
Tres meses después llegó Gustavito, más parco, menos sociable, generó expectativa y los niños (algunos) pudieron volver a encontrarse con un hipopótamo amigo … aunque poco amigable, se sumergía cuando había mucha gente.
Gustavito, y su asesinato, responden al status de violencia País, que vivimos en continuo avance e incremento, aunque manejen y maquilen cifras y estadísticas, que obviamente, las personas que vivimos en nuestro país en contacto con la realidad, con los pies en la zanja, fuera de las oficinas de aire acondicionado, sabemos que no es así.
Usted, cree esa teoría?

O sea … pandilleros cobraron víctima por falta de pago de extorsiones del Zoológico? Sin que los vigilantes oyeran aunque Gustavito trató de defenderse según declaraciones de los veterinarios?
Es una salida bastante simple … pero, será cierta? El entierro express, al chilazo de Gustavito, siguiendo la misma mecánica de Alfredito, agiganta la parte turbia del asunto ...

Zoológico
Que el Zoológico trabaja con muy magros presupuestos desde hace al menos una década, es cierto, que se ha agravado con la iliquidez gubernamental actual, también lo es. Gustavito ni siquiera pudo ser anestesiado para curar heridas, por no existir anestesia en stock … nuestros compatriotas proclaman … hay que cerrar el zoológico !
Pero eso es entregar las armas del solaz esparcimiento (que ya casi no nos quedan) a la violencia, si ya no podemos jugar futbol en la calle, o en las mismas canchas de barrio y cantón hay masacres, si no podemos salir a caminar o charlar con el vecino a la acera … estamos retrocediendo a pasos agigantados.
Sin ir más lejos, Guatemala, con un problema similar de violencia al nuestro, tiene un Zoológico La Aurora, perfectamente cuidado y provisto … luego, no nos estará fallando la relación, la proporción, el dimensionamiento del problema?
Y bien …
A propósito de hipopótamos, lo que nos indigna es el miedo, el temor, la indolencia, la inoperancia de los entes respectivos, de este tocar fondo al que hemos llegado sin esperanza a la vista de que sirva para impulsarnos para regresar a la superficie …
Y si quiero ser enfático, que el árbol no nos tape el bosque, porque vivimos en el Imperio de las cortinas de humo, y si bien es cierto que lo de Gustavito es indignante y atroz ….
… no olvidemos que en la lista negra de homicidios diarios, siempre hay uno o dos niños …
… que nunca llegaron, ni en sueños …
a conocer un hipopótamo

No es tan simple como “tómese dos aspirinas y vuelva mañana”, mucho menos, “tómese este té y rece tres Padrenuestros” en el Siglo XIII, se trata de epidemias masivas que nos han afectado a lo largo del tiempo.

Para establecer los parangones que me llevan a resolver este dilema, en El Salvador, donde todos somos réplica de alguien, en el que King Flyp es una especie de Eminem local , La Choly es el Howard Stern salvadoreño, Atlético Marte es la versión nacional del Manchester United y Omar Angulo es el Bob Dylan cuscatleco, para la mayoría de la gente yo vengo a ser una suerte de Hugh Hefner usuluteco.
Para mi gusto musical, una de las mejores composiciones de la era moderna, en contenido musical, pero encierra, líricamente una de las historias más retorcidas, extraídas de la vida real. (Ojo, la vida de su compositor Bob Geldof, también tomaría caminos torcidos a lo largo del tiempo).