Si de sincerarnos se trata, eso de mirarnos en el espejo crítico de cada día, debemos admitir que vivimos en la actualidad una crisis de la democracia representativa, no solo en El Salvador sino en  todo el mundo.

Claro, con la clase de políticos de quinta categoría (haciéndoles el favor) que manejan nuestros países, el asunto se agrava … pero siendo ese mal, de todos conocido,  veamos el resto del mundo.

El fenómeno Trump, el referéndum en Colombia, el Cinque Stelle (Cinco Estrellas, ultra nacionalismo en Italia) Berlusconi casi siempre, el ascenso del ultra nacionalismo austríaco, del ultra nacionalismo francés con Marine Le Pen en segunda vuelta, nos demuestran que la democracia tal como la concebimos, también envejece. Es como si se le notaran las arrugas, mientras el radicalismo populista gana cada vez más adeptos …

Más del 60% de abstención en una instancia donde se pone en consideración un conflicto armado que lleva medio siglo en Colombia. Ni aún García Márquez podría contarlo mejor que lo que refleja el espejo roto de hoy en la tierra del realismo trágico: "Llevo conspirando por la paz en Colombia casi desde que nací".

La poca participación de la gente en los procesos de definiciones democráticas en América Latina, muestra que en los últimos años,  ganan casi siempre los que se manifiestan fuera del sistema …

 

"Ustedes los políticos" le repetía una y otra vez Trump a Hillary Clinton durante los debates del año. El Brexit del Reino Unido es otra señal elocuente que siempre se puede pensar … peor.

Involucrarse supone mirarse al espejo y reconocerse con los ceños tan fruncidos como desconfiados; supone eso, verse a uno mismo con sus cansancios y descuidos.

Efectivamente hay poca participación, poco involucramiento de la gente en la conducción de la democracia. Estos son datos preocupantes. La democracia es devorada por la apatía y la náusea que nos causan nuestros políticos..

Todas estas señales desnudan una crisis de la capacidad representativa de la democracia.

La política en general se ha convertido en una mercancía farandulera barata,  más de consumo chambroso y masivo.

 

T.V … me ves?

Tal como lo describió Vargas Llosa: “Hoy la política, peligrosamente, se parece demasiado a un gran show con envase de espectáculo.”

Es malo, pésimo, desgastar los instrumentos legítimos de la democracia. Las comisiones investigadores parlamentarias son un instrumento absolutamente legítimo en la democracia, pero en El Salvador, son burdos “reality shows” que se emiten o no por TV, según el partido al cual le convenga.

Pero si convertimos ese instrumento constitucional de contralor y de debate, en una ocasión para montar el show, para generar corrientes de opinión que desgasten a un partido político, eso es casi un suicidio democrático. No solamente desgata una herramienta valiosa para el sistema, sino peor, desprestigia la democracia. No tenemos derecho a banalizar la democracia para salir en la TV.

El desgaste de las herramientas de la democracia, su utilización para fines de exposición personal, afán de protagonismo,  exclusivamente electorales y para generar corrientes de opinión, lo que logra es generar mayor descreimiento en la población.

Nadie le presta atención … veamos a las Kardishian que son más divertidas.

Hay que cuidar los mecanismos de la democracia y utilizarlos seriamente. Seamos sinceros frente al espejo y cuidemos las herramientas del sistema.

Cuida a quien te cuida.

Un ejemplo elocuente de trivializar la discusión es el tema de la seguridad. El discurso de la inseguridad -muy funcional para opositores, para generar el miedo de la población- se vuelve contra sus propios promotores. La  violencia y la inseguridad generan mayor violencia y mayor inseguridad. Y eso hasta ellos lo saben.

No banalicemos la democracia degradándola con patéticos shows mediáticos como los absurdos de nuestra Asamblea Legislativa. Repensemos roles, formas, agudicemos la mirada y esforcémonos más en buscar la forma de mejorar la democracia. No necesitamos detractores de la esperanza, y a falta de partidos con ideas que recreen el horizonte de igualdad …

Líderes, caudillos, civiles …

Más de 250 alcaldías de nuestro país son manejadas por caudillos, líderes de su comunidad, que usaron los partidos como vehículo de acceso porque la Constitución así lo exige, son los que más obra hacen, los usualmente reelectos, no los que imponen los partidos … los que el pueblo quiere.

Como llegan a las urnas? Por votación … si no existieran los partidos políticos, llegarían de la misma manera, con el mismo caudal de votos, y menos gastos … mantener partidos políticos es oneroso para el país … ningún partido en El Salvador es  instituto político, ninguno es autosuficiente, reciben dinero del Gobierno (deuda política, plazas de trabajo para sus activistas) como del extranjero (Venezuela, USA, Palestina, Israel, Taiwán) … aunque esto esté prohibido …

….estamos en El Salvador, lo hacen igual !