Nuestras divinas y archiqueridas madres amorosas siempre buscan que nosotros, sus hijos, en nuestra más tierna infancia y adolescencia, seamos buenos, obedientes y disciplinados y sobre todo nos protegen de toda situación para así evitar que no suframos … a veces se les pasa un “poquitititito la mano”
Mi madre me enseñó a ayunar
“Solo por eso te vas a la cama y sin cenar!”
Mi madre me enseñó que tenía alas
“Te me vas volando de aquí inmediatamente!”
Mi madre me enseñó que las apariencias engañan:
“Dejá de pedirme pisto todos los días! Que me has visto? Cara de cajero automático?”
Mi madre me enseñó los vericuetos de la convivencia animal
“Dejá de andar dándole comida al chucho por debajo de la mesa o los echo a los dos a la calle!”
Mi madre me enseñó que la persuasión es una práctica de brujas:
“Hacé lo que te digo o te curto el lomo a escobazos!”
Mi madre me enseñó religión:
“Rezá para que esa mancha salga de la alfombra”
Mi madre me enseñó lógica:
“Porque lo digo yo, por eso… y punto!”
Mi madre me enseñó el uso de las papilas gustativas
“Andá al tendedero, traes un trapeador, limpias esa cochinada que has hecho en el suelo o te hago levantarlo con la lengua!”
Mi madre me impulsó el deseo de viajar y conocer el mundo
“O te portás bien, o te armo las valijas y te vas de esta casa!”
Mi madre me enseñó que yo podía ser el Hombre Invisible:
“Esfumate! Desaparecé de mi vista en este instante”
Mi madre me enseñó los rudimentos del boxeo:
“Cuando venga tu padre, le voy a decir lo que hiciste, y te va a dejar nocaut antes del primer round!!”
Mi madre me enseñó a ser precavido:
“Usá ropa interior limpia, no vayan a tener que desnudarte si tienes un accidente”
Mi madre me enseñó ironía:
“Seguí llorando y yo te voy a dar una razón verdadera para que llorés”
Mi madre me enseñó a ser ahorrativo:
“Guarda las lágrimas para cuando yo muera!”
Mi madre me enseñó ósmosis:
“Cerrá la boca y comé!”
Mi madre me enseñó el poder de ver el futuro:
“Ya te lo dije … vos seguí con esa señorita fufurufa y ya vas a ver como terminás”
Mi madre me enseñó contorsionismo:
“Mira la suciedad que tenés en la nuca, date vuelta!”
Mi madre me enseñó fuerza de voluntad:
“Te vas a quedar sentado ! Hasta que te comas todo”
Mi madre me enseñó a apreciar un trabajo bien hecho:
“Si tu y tu hermano se van a agarrar a trompadas y se van a matar, haganlo afuera. Acabo de terminar de limpiar!”
Mi madre me enseño meteorología:
“Parece que un huracán pasó por tu cuarto”
Mi madre me enseñó hipocresía:
“Te he dicho un millón de veces que no seas exagerado!”
Mi madre me enseñó a entender el ciclo de la vida:
“Te traje a este mundo, y te puedo sacar de él”
Mi madre me enseñó modificaciones de patrones del comportamiento sobre ejemplos conocidos:
“Deja de actuar como tu padre!”
Mi madre me enseñó envidia:
“Hay millones de chicos menos afortunados en este mundo que no tienen una mamá tan maravillosa como la tuya”
Mi madre me enseñó habilidades como ventriloquía:
“Cállate y contestame: por qué lo hiciste?”
Mi madre me enseñó a moderar el uso de la tecnología:
“O soltás ese aparitito mientras hablás conmigo o te pego un sartenazo en la cabeza!”
Mi madre me enseñó técnicas de odontología:
“Si me volvés a contestar mal, te estampo los dientes en la pared!”
Mi madre me enseñó rectitud:
“Te voy a enderezar de una cachetada!”
… eso me enseñó Mamá, todo eso y mucho más …y todo queda en regaños, gracias por cuidarnos, y a adorarlas cada más!
Hace 50 y pocos años, al comenzar la década, vivíamos en un país próspero, aun inocente, manso y tranquilo aunque no lo sería por mucho tiempo más …
Por obra, gracia y dedos cuicos de algún operador del FedEx Field en Washington, Zas ! nos cambiaron la nacionalidad !
Siglos antes, muchos siglos antes, la barba era símbolo de sabiduría y nobleza, y siglos después, más acá de allá, es símbolo de desaseo y falta de nobleza, y más tarde volvió a serlo de elegancia. y después pasó de moda y sólo los extravagantes la usaron y después los hippies rescataron la barba y el pelo largo. Hoy, no tenemos la más mínima idea de que demonios es símbolo la barba.