Dos arqueólogos, un veterano y su discípulo dirigen las excavaciones del hueco monumental en el que se hundió la ciudad de San Salvador hace doscientos años, y que han logrado hallar tras medio siglo de búsqueda ..

Estamos en el hoyo de lo que fue San Salvador, año 2215. Dos arqueólogos –uno de ellos, el célebre profesor austriaco Sildenafil Von Erektanberg y su discípulo, el profesor portugués Joginho do Valón, experto el primero en análisis diferencial e historia de América Central – dirigen las excavaciones del hueco por el que se hundió San Salvador, dos siglos atrás, por esa necedad de seguir talando, desforestando y no prestarle atención a las “pequeñas cárcavas” que en aquella época se formaban y crecían, por acción de las lluvias, que ni siquiera eran abundantes; conversan sobre las ruinas que encuentran bajo tierra.

–Y este curioso cono de piedra, qué puede ser, profesor? – pregunta do Valón.

–Parece que es un megáfono…

–¿Un qué?

–Un megáfono: un elemento de agitación social que usaban los Machos Alfa de la civilización que hace dos siglos habitaba este valle de hamacas …

–        Eran cazadores?

–        De pisto más bien – aclara Von Erektanberg – eran los que agitaban masas a favor o en contra de quien ostentaba el poder dependiendo cuanto pagaban, más o menos, los que estaban en contra del poder. Eran depredadores también, destrozaban vallas, mupis, carros parqueados ….

–Y con qué cazaban, profesor? Que armas usaban?

–        Con subsidios. Peligrosas trampas con que atraían a la población, a quienes pagaban con pan con pollo y Kolashanpán tibias – enfatiza el profesor Von Erektanberg – los más recordados eran los del Seguro Social, voraces, no movían un dedo si no era por dinero.

–        Y cómo se destruyó esa civilización, profesor? Una lluvia de meteoritos? – pregunta do Valón.

–        Peor: dos gobiernos seguidos de socialismo tropical, uno previo de ideologías prostituidas y uno anterior de sospechosos “agujeros negros”.

–        Cuatro gobiernos de sanguijuelas? Pobre gente!

–        Así es: cuatro. No sobrevivieron al último… La gente tuvo que desplazarse por el puente angosto de Ciudad Victoria, Cabañas y fueron a parar a Honduras, de ahí se dispersaron por todo el mundo : migraciones enteras de humanos de tierra caliente que buscaban dónde refugiarse porque la cárcava de lluvia de los 9 días se tragó la ciudad, se vino abajo. No quedó piedra sobre piedra.

–¿Y por qué colapsó, profesor?

–        Bueno: desgobierno, corrupción, improvisaban …el colmo fue el impuesto al estornudo que puso su Ministro de Hacienda de aquella época lejana, tal vez por castigo divino a la voracidad, Dios mandó 9 días de lluvia y se hundió la capital.

–        Era una sociedad corrupta?

–        Muy corrupta, sí, y de extrañas prácticas. Cuentan los historiadores que se apareaban dentro de unos artefactos móviles a los que llamaban SITRAMSS: unos pequeños vagones del tamaño de los cohetes de Avianca que hoy viajan a Marte. Allá hay vestigios de uno…

–        Mire, y tiene personas adentro, se ven los huesos.

–        No, esos huesos ya los analizamos – dijo Sildenafil Von Erektanberg – son de la Manyula, un extraño elefante a los que los habitantes de la ciudad, carentes de ejemplos positivos a seguir, adoraban en el zoológico.

–        Pero son demasiados, mírelos…

–Entonces es que encontramos una fosa común – reflexiona Von Erektanberg – donde tiraban los cadáveres de los muertos por la violencia, para que no entraran a las estadísticas. Era una civilización muy rara.

–        Qué triste: pensar que acá, alguna vez, floreció la vida…

–        Así es: acá, alguna vez, hubo una gran civilización, con un gran equipo de fútbol, el Luis Ángel Firpo …

–        Parece más nombre de boxeador que de equipo de futbol, pero profesor Sildenafil Von Erektanberg mire allá: qué interesantes fósiles… y cuantos …

–        No los señales. Son los fósiles de los diputados, 84, cada cual en su curul, reposan, cuando estaban vivos no hacían otra cosa … ojo, nos están mirando, atento porque nos pueden atacar.

-          Pero no están muertos ? – pregunta do Valón horrorizado.

-          Con estos hijos del maíz nunca se sabe … ha oído hablar de los zombies?

-          Si – contesta temeroso do Valón.

-          Bueno estos cuando estaban vivos pasaban borrachos y bien Pericles, ya eran zombies antes de morirse – alerta Von Erektanberg.

–        Profesor, allá, en esas ruinas, es eso una pintura rupestre ?

–        Así es: pintaron la representación simbólica de un hombre recibiendo dinero… estamos entonces en el Salón Azul.

–Qué triste final, profesor. Pobre civilización. – Joginho Do Valón derramó una lágrima – a veces la Naturaleza es injusta.

–Tranquilo, estimado amigo. Ya se irá acostumbrando, y no fue injusta, los buenos, los correctos, se salvaron cruzando al puente angosto, los que se hundieron en el hoyo fueron los corruptos, diputados, funcionarios, abogados, pandilleros, narcos …

-          Algo así como Sodoma y Gomorra profesor ?

        

-          Peor – sintetizó Sildenafil Von Erektanberg- extremadamente peor …