Me declaro inocente Sr. Juez, si ... inocente, y no lo hago por consejo de mi abogado ni nada, me declaro inocente, simplemente porque soy inocente .
Los hechos ??
Bueno mire Sr. Juez, el perro me lo regaló Eusebio, un amigo con el que jugábamos futbol en el Vecinal FC, que era un equipo de aquí de la cuadra, buen equipo por cierto ... nos inscribimos en el Interbarrios del 99 y hubiéramos salido campeones si no fuera porque en la semifinal contra el CD Muros y Tabiques, al árbitro ellos lo pistearon con ciento cincuenta pesos para que echara a "Mozambique" Varela que era un moreno grande que metía goles hasta de espaldas al arco y al "Chacalín" López que era nuestro defensa central, jugaba a la par mía, y no se le escapaba nadie en la banda ... es más, si a mi se me iba un delantero rival, cualquiera, el "Chacalín" lo frenaba tres metros atrás mío y ahí no pasaba nada ... ni nadie.
Bueno, el caso es que perdimos con el Muros dos a cero la semifinal y ahí se fue desarmando el Vecinal, así no se puede jugar, no hay derecho, las camisetas aún las debemos, y jugábamos por diversión, o para espantar la pobreza, que es casi lo mismo y más barato.
Vuelvo al tema, Eusebio, el que le contaba y yo, no es que fuéramos muy amigos, pero una época trabajamos juntos en la fábrica de bloques y medio platicamos unas cuantas veces, platicas de pasada, creo que nos tomamos una cerveza por ahí alguna vez ... hasta ahí nomás, pero era un buen tipo, simpático y si bien no era brillante con el balón, en el Vecinal FC le teníamos aprecio porque era el que nos empujaba los ánimos cuando íbamos perdiendo, o estábamos cansados, tenía una energía el Eusebio !!! en la fábrica trabajaba como burro !
Si, Sr. juez, digo que tenía energía, porque se le complicó la situación, la hijita de él de dos o tres añitos de edad, se enfermó, y se enfermó de algo grave, nunca supe bien que era, pero fue languideciendo Eusebio, ya no jugaba en el equipo, porque estaba pendiente de su nena, los del equipo y los de la fábrica de bloques le hicimos un par de colectas para ayudarlo con las medicinas, porque usted sabe Sr. Juez que si la riqueza es exclusiva, la pobreza es solidaria, y ahí ayudamos todos, pero no se pudo ... no se pudo ...
Al Eusebio lo echaron un día de febrero, de la fábrica, porque hacia como dos meses que no cumplía ni sus metas, ni sus horarios, el Ing. Ramírez lo llamó a la oficina y lo despidió y le dijo que no le iba a indemnizar porque no había cumplido con sus obligaciones, y que agradeciera que no lo denunciaba ante el Ministerio de Trabajo ...
Y el pobre Eusebio se volvió para su casa, donde la chiquita se moría de a poquito, y tenía Eusebio este perro, con cara de bobo, manso y torpe, mezcla de varias razas, perro más bruto que las moscas se le paraban en el hocico y ni se las espantaba ... aparte que està viejo el chucho, Eusebio lo tenía hacía como diez años ..., muy compañero, eso si ... muy amigo ...
Y cuando la hijita se le murió, porque no pudo pagar medicinas, ni hubo Hospital que se la agarrara, el Eusebio se terminó de desarmar, se vino abajo, la mujer de él que es un pan de Dios también quedó jodida, muy jodida ...
El Eusebio apareció un día por mi casa, con el perro atado, y me dijo que se iba, de mojado para los USA, a ver si lograba empezar una nueva vida, y olvidarse de los problemas, o al menos disfrazarlos, estaba muy flaco y pálido, y ojeroso ... y me dijo que lo disculpara, por el atrevimiento, pero que él sabía que yo tenía un jardincito y que si me podía dejar el chucho, que si no le iba a tocar matarlo, y que el iba a volver a buscarlo, que el perro era bueno y manso, y muy amigo, compañero de horas lentas, si se lo tenía por un tiempo ...
Y yo miré al perro, babeando, con cara de caricatura buena, parecía que sonreía y le dije que si, Sr. Juez, yo le dije a Eusebio que se lo tenía que no se preocupara ...
Eusebio se despidió del perro con un abrazo y se fue, el pobre animal
lloró despacito, como para no molestar y cuando le dije "venga chucho ... entre" el pobre, muy mandado, me siguió, y ahí se acomodó en unos periódicos sin molestar.
Entonces ese sábado Sr. Juez, fumigaban mi casita, yo me llevè el perro para la fábrica, que como era un solar bien grande, ahí podía estar tranquilo y no aspirar el insecticida ... era una buena salida.
Justo ese sábado, el Ing. Ramírez, que nunca baja a la planta, se le dio por dar una vuelta, andaba de buen humor el patrón, de seguro había logrado algún negocio o algo, pero raramente andaba de buenas ...
Y llegó donde mi ... y me preguntó, medio sonriente ...
Ve ?? y este chucho ???
Acarícielo Ingeniero, que no muerde ... es tranquilo ...
Y en el preciso momento que el Ingeniero se le acerca, el chucho este, que ni el nombre me puedo, se transforma de una manera que jamás me hubiera imaginado, al oler al bendito ingeniero, se le paran al instante los pelos, le salen unos colmillos no se donde, y Zas !!! se le prende de la mano al Ingeniero y con sus pocas fuerzas de perro viejo lo muerde como una fiera ...
Entre quince logramos sacarle el perro de encima al Ingeniero, el perro, que era negro, Sr. Juez, rojo de la sangre del Ing. Ramírez que le quedó en toda la cara ...
Y si Sr. Juez ... ya se, que al Ing. perdiò mucha movilidad de la mano y todo eso, la verdad que lo lamento ... que más le puedo decir ?
El karma, Señor Juez ....
Pero como le decía al principio ... soy inocente ...
Y si me permite el atrevimiento ...
creo que el chucho también ...