- Sabés que no soporto de ustedes los hombres ? – me tiró a la cara con actitud de sentencia una buena amiga – no soporto que se “acomoden” en público …delante de nosotras …
Como la plática adquiría características feministas radicales y afines, le pedí …en plan de sondeo, con actitud un poco más neutral …
- Definime “acomodar”.
- Acomodar – me contestó aun más agresiva, y se hizo el típico gesto asquerosamente masculino y sumamente machista de agarrarse el tiro del pantalón y acomodarse las gónadas (que obviamente ella no tenía) después de estar sentado un rato largo.
La miré a punto de darle toda la razón (de hecho la tenía), pero aún siendo un acérrimo feminista, y encantándome todo lo que mujeres respecta, propulsor de la equidad de géneros y estudioso del hecho de que tenemos cerebros morfológicamente diferentes pero inteligencias iguales, quise defender lo que quedaba del género masculino y le dije.
- Pero ustedes también se “acomodan” – y le hice el típico gesto de tratar de meterse las frontales prominencias femeninas en un rebelde sostén – y se acomodan en público muchas veces …
- Ah, y eso te molesta ?
- No, por el contrario …
Logré esquivar la cachetada por milímetros y me fui con mi cháchara a otra parte, sabiendo plenamente que mi amiga en realidad tenía todo el derecho de quejarse, y que esto es una cuestión que va mucho mas allá de quienes hombres o mujeres somos menos prudentes, la verdad es que somos sucios … no tenemos cuidado ni pundonor a la hora de ciertas actitudes públicas …
Enumeremos, el orinar en público, los “acomodos”, la sonadera y absorción de mocos, las palabras obscenas, comer frente a otros como cerdos, escupir en el suelo … y no quiero tirármela de moral y purista, lo vivo a diario como salvadoreño y como padre salvadoreño.
Que hacemos ? La educación bien entendida empieza por casa, de acuerdo, y cuando nuestros hijos no están en casa ? Entonces, la educación bien entendida seguiría por nuestra sociedad, comunidad … pero tengo malas noticias que vosotros ya sabíais … nuestra sociedad es un asco, y de valores … naranjas de la China y el trigal.
Hablamos, despotricamos, proclamamos por el regreso de “nuestros valores”, pero nuestros valores no tienen que regresar, tienen que adaptarse a este extorsivo siglo XXI, donde nuestros hijos pasan más tiempo conectados a la web que el que pasan con sus padres o en sus escuelas, donde tiene más peso un post en Facebook que una enseñanza familiar , donde la Biblia pasa a segundo plano ante los eructos repetitivos de Netflix.
Yo estoy dispuesto a hacer màs, y hablar menos .. .
Pues si …pero no se vaya a hacer de la idea que existió, que se yo, en nuestro país, o en alguno cercano, donde la consigna no es robar a los ricos para dar a los pobres …
El problema de los salvadoreños es que pasamos mucho tiempo ocupados haciendo nada, pero tratando de hacer creer a los otros de que estamos extremadamente atareados.
Estar aquí entre tus brazos, es el aliciente ideal, viviendo esos silencios pendientes, hace que me conecte una y otra vez a ti, que no exista nada más placentero que sentir tus labios regalando besos, por mi piel, que hacen que tiemble de deseos por ti, mas que ayer mejor que antes.