Cualquier arquitecto, estudiante, conocedor de cultura general, si se le pregunta que nombre a un arquitecto famoso, lo más probable es que le diga Frank Lloyd Wright.

Su imagen, junto con su carrera, fue casi destruida gracias a un capítulo oscuro que él (y más tarde, su patrimonio) se esforzó por borrar.

 

Sus inicios

Wright se inició como arquitecto en Oak Park, un suburbio acomodado de Chicago. Diseñó varias casas en su estilo único de "Prairie", que enfatizó la importancia de la vida familiar. El propio Wright era un hombre de familia, casado con Catherine, padre de seis hijos.

A medida que su estilo Prairie crecía en popularidad, también lo hizo Wright. Y con la popularidad vino la tentación. Comenzó a tener aventuras con las esposas de sus clientes, aunque estas se mantuvieron en secreto.

Luego comenzó a tener una aventura con Mary Borthwick Cheney, conocida como "Mamah", en 1903 mientras diseñaba una casa para su esposo, Edwin, esta no pasó tan desapercibida.

Mary Borthwick fue una de las primeras feministas, una mujer bien educada que podía hablar varios idiomas.

La tragedia de la Casa Taliesin

Mientras se completaba la casa de los Cheney, Mary Borthwick y Wright tenían encuentros sexuales en el dormitorio. Desafortunadamente, el estilo arquitectónico único de Wright fue su perdición: gracias a los planos de planta abiertos y las grandes ventanas, los niños vecinos podían trepar por las cercas o los árboles y observarlos … todo el vecindario en esta zona del desierto al norte de Phoenix, Arizona, en Scottsdale, se enteró que ahí adentro había “chaca chaca” intenso.

Oak Park era profundamente conservadora, apodada "La ciudad de las iglesias", por lo que nadie estaba dispuesto a trabajar más con Wright. Sus comisiones se agotaron y todos sus clientes lo abandonaron. Se enfrentaba a la ruina financiera.

En 1909, Wright cerró su estudio, dejó a su esposa e hijos y se encontró con Mary Borthwick en Europa. Ella también había dejado a su marido y sus dos hijos para fugarse con su amante. En cambio, pasaron un año juntos en Europa, donde Wright trabajó en algunas carteras y construyó su reputación como arquitecto genio para el mercado europeo, un poco menos conservador.

Después de aproximadamente un año, los dos regresaron a Estados Unidos. Sin embargo, Oak Park e incluso Chicago no tendrían nada que ver con él. Así que la madre de Wright le compró una propiedad cerca de la granja de su familia en la zona rural de Spring Green, Wisconsin.

Allí, a partir de 1911, diseñó y construyó Taliesin, un extenso complejo que se asemeja a una villa italiana, para que él y Mary Borthwick vivieran y trabajaran.

En este aislamiento pastoral, Wright esperaba reiniciar su carrera, lejos de las miradas indiscretas de la prensa. Pero no pudo permanecer oculto por mucho tiempo. Pronto la prensa encontró su "cabaña del amor", como la llamaban, y las historias escandalosas de su aventura fueron noticia de primera plana.

Que un hombre casado viviera "en pecado" con su amante, aunque ella misma se divorció de su marido y abandonó a sus hijos, era horroroso para los estadounidenses de principios del siglo XX. Pero Wright se negó a sentirse avergonzado. Afirmó que "las leyes y reglas están hechas para el promedio".

Si bien este fue sin duda el punto más bajo de su carrera, logró obtener un encargo para diseñar Midway Gardens en Chicago. Estaba trabajando en ello en agosto de 1914. Dejó a Mary Borthwick y sus dos hijos pequeños, Martha, de 9 años, y John, de 12, que estaban de visita durante el verano, en Taliesin.

 

El incendio y el crimen del mayordomo

Uno de los trabajadores de Frank Lloyd Wright dijo que olió gas y vieron el líquido fluyendo por debajo de la puerta justo antes de que la casa se incendiara. Mientras los trabajadores trataban desesperadamente de escapar, Julian Carlton, cocinero, mayordomo y sirviente, corrió por el largo pasillo hasta el porche donde estaban comiendo Mary Borthwick y sus hijos.

Inmediatamente enterró el hacha profundamente en la frente de Borthwick. A continuación, comenzó a atacar a los niños. Martha casi escapó, su vestido en llamas, antes de morir en el césped, con la cabeza aplastada. John no tuvo tanta suerte.

De vuelta en el comedor principal, el dibujante de 19 años Herbert Fritz logró atravesar una ventana y escapar del infierno. Rodó colina abajo para apagarse el cabello y la ropa en llamas, y cuando miró hacia arriba, vio la vivienda envuelta en llamas y Carlton atacando a los otros trabajadores con un hacha mientras ellos también intentaban escapar por la ventana rota.

Mientras los granjeros trabajaban para apagar el rugiente incendio, el alguacil del condado de Iowa y el alguacil del condado de Polk, junto con un predicador unitario que estaba relacionado con Wright, formaron una pandilla y utilizaron sabuesos para encontrar a Carlton.

Finalmente lo encontraron acurrucado, apenas consciente, en el sótano. Había ingerido ácido en un fallido intento de suicidio.

Estuvo a punto de ser linchado en el acto, pero el sheriff logró sacarlo y lo llevó a la cárcel cercana, con carros llenos de hombres armados enojados en persecución. En total, siete personas murieron.

Debido a las heridas sufridas en la boca y la garganta por el ácido, Carlton no podía hablar ni comer. Así que la policía trató de averiguar su motivo interrogando a Gertrude y a todos los demás trabajadores de la finca.

Gertrude le dijo a la policía que su esposo se había vuelto cada vez más paranoico en las semanas previas a la masacre y que había comenzado a mantener un hacha cerca de la cama. Los trabajadores sobrevivientes dijeron que había habido algunas disputas con Carlton recientemente, incluido el rumor de que alguien lo había llamado un insulto racial.

Pero al final, no se pudo confirmar ningún motivo. Carlton murió de hambre siete semanas después, antes de que pudiera ser juzgado.

La prensa fue salvaje en su cobertura del crimen, atribuyendo la muerte de Mary Borthwick a la prueba de un ángel vengador, como si este fuera el castigo que ella merecía por "ignorar los lazos del matrimonio".

Wright la enterró en la parcela de su familia en el cercano cementerio de Unity Chapel, que él había diseñado. La enterró de noche, en secreto, en una caja de pino sencilla bajo una corona de flores. Luego envió a los periódicos locales una carta abierta agradeciendo a la comunidad por su apoyo y defendiendo a Mary Borthwick.

 

En la carta, también prometió reconstruir Taliesin en su memoria.

Y lo hizo. A finales de año, había reconstruido el ala residencial y ya se había enamorado de otra mujer 

La Casa Taliesin volvió a arder en 1925, y se volvió a reconstruir.