Es el día de la Patria y enhorabuena, ciento noventa y ocho años de Independencia no se celebran así nomás, desde el campanazo premonitorio de José Matías Delgado diez años antes de la firma del acta de emancipación, campanazo que por cierto no sabemos a ciencia cierta si fue en La Merced, si fue en El Rosario, si fue en El Calvario, si fue Matías Delgado, es más ni siquiera sabemos si realmente fue, pero lo celebramos (antes celebrábamos más el 5 de noviembre), y colocamos nuestra Independencia en el marco de exaltación general.
Sin disparar una sola bala ?
Una independencia que se logró “sin disparar una sola bala” (en esos albores de septiembre de 1821) ni pelear una sola guerra inmediata, nos agarramos a plomazo limpio con Filísola después de independizarnos, cuando las provincias de San Salvador y San Vicente no aceptaron unirse al Imperio de Iturbide y otros, en los levantamientos de los años previos.
Pero a decir verdad, la Corona Española desgastada y en el exilio, en manos de Napoleón Bonaparte, ya no sabía sinceramente que hacer con nosotros, así que mejor nos dejaron libes.
Pero si hubo balas y muertes, antes, y cárceles para nuestros próceres en los distintos levantamientos que sucedieron al campanazo de José Matías Delgado, en la insurrección de enero de 1814, liderada por Pedro Pablo Castillo murieron a manos de las tropas realistas Santiago José Celis, los hermanos Aguilar terminaron presos, entre otras tantas penas de otros tantos patriotas …
Usted perdone ..Independientes ..de quien ?
Se requieren de todos los bombos y platillos, banderas y cantos nacionales, bandas y cachiporristas , desfiles y discursos eternos, cantos de himno y trabazones eternas para celebrar tanto tiempo de ser independientes.
Por eso va siendo tiempo de preguntarnos ..somos realmente independientes ? De quien somos realmente independientes ? De España ? Bueno, de aquella España de Fernando VII si, tal vez, pero de esta España de Casillas, Sergio Ramos, Isco, Piqué, Real y Barca ..quien sabe …
De Estados Unidos ? Bueno, de las bases de marines en patria nuestra sí, pero de la que nos sugiere dolarizarnos, la que nos amarra con Tratados comerciales y con la eterna Espada de Damocles sobre nuestros compatriotas residentes allá, de esa no somos independientes… Mucho menos de los muros de Trump y su polítoca de puertas cerradas a miles de compatriotas que mantienen viva la economía de este país ...a pura remesa.
De la Venezuela de Bolívar y su gran sueño americano? Sí, pero cada vez menos, de las ansias expansivas y renacer expansionista de Chávez que creyó ser eterno y heredó a Maduro y su inmadurez su petróleo a precio de me lo llevo, no somos independientes …
Y ojo, que al decir esto no lo hago en nombre de una emancipación revolucionaria, porque simplemente no juego en esa liga, todo país depende de otro u otros, por relaciones comerciales, alianzas, etc … lo hago para marcar la clara necesidad de que nosotros Salvadoreños, proclamemos ya la Segunda Independencia.
La Independencia que necesitamos
Ni siquiera los pájaros son realmente libres, independientes, porque aun teniendo un cielo tan inmenso que les pertenece, para volarlo infinitamente a su gusto, nunca se apartan del nido que les y árbol que les cobija.
La segunda Independencia debe llevarnos a superar todas las taras y cerrojos mentales que nos tienen encadenados desde hace años y nos hacen cada vez menos libres y más pobres.
Debemos independizarnos de los rumores burdos y accionar absurdos, de nuestros líderes gastados y sus pensamientos atrofiados, de las manos asesinas y la muerte en cada esquina, del narcotráfico que circula por nuestro país como la Adelita, si por mar en un buque de guerra, si por tierra en un tren militar.
Debemos independizarnos de los clichés mentales que nos impiden soñar, ser libres al estilo del mayo del 68 francés, “seamos realistas, luchemos por lo imposible”, debemos independizarnos de los oportunistas que venden a cinco lo que vale dos, de la mora usuraria de las tarjetas de crédito, de la inestabilidad social, de los síndromes de posguerra con tanta arma de curso legal en manos ilegales, de las apariencias falsas, de los nauseabundos troles de las redes sociales, de los políticos falsos, de los juramentos falsos y de los senos falsos.
La segunda Independencia es más interna que externa, romper con los productos que nos hacen mal al organismo y al presupuesto, romper con los patrones culturales que no nos pertenecen sino que importamos, como el machismo exacerbado del padrote chilango, la pérdida y decadencia de valores que nos venden las telenovelas colombianas, y la falta de oficio empecinado de la prensa de espectáculos que sale corriendo en avalancha detrás del último ventoso de Shakira para ser los primeros en averiguar de qué color es.
Nuestra segunda independencia consiste en liberarnos del Ser Nacional Laxus, aquel que no hace nada pero opina de todo, ese que a veces nos esclaviza y sacar a flote al verdadero Ser Nacional, el que pregona y busca NUESTRA identidad nacional, y digo NUESTRA, así con mayúsculas, porque esa identidad era la que buscaban nuestros tres firmantes del Acta de Independencia el 15 de septiembre de 1821.
Y a El Salvador compatriotas, o lo sacamos del hoyo entre todos .. o nos hundimos con él.
Así es y no se asuste, existen Lucifer, Satanás, Luzbel, El Malo, El Cachudo, Belial, Samael,, «antigua serpiente», «gran dragón», «Jaldabaoth», «el dios negro», «el dios de este siglo» y «el padre de la mentira» … en sus formas bíblicas y populares.
Partamos desde el origen, para ser consecuente con la historia de este "entrevero". La madre de Napoleón III, Hortense, era la única hija de la primera esposa de Napoleón, Josefina, de su primer matrimonio. Aquí es donde se tuerce su árbol genealógico …
“Dios mío, si con el beber te ofendo, con la goma te lo pago y hasta me quedás debiendo …” (Adagio popular muy repetido por bebedores).