
Y fue, una vez más, sencillamente hermoso, como nunca, como siempre, el máximo escenario del país, nuestro bellísimo Teatro Nacional a reventar en dos conciertos …
… las canciones de siempre coreadas por ángeles, ninguna vos es tan afinada y atinada como la voz de quinientas cincuenta gargantas juntas …
Gerardo y yo, diciendo … “gracias” nos quedamos cortos !

Y yo me moría de pura poesía
una madrugada del siglo XX …
Bienvenidos a mi circo, bienvenidos …
por favor tomen asiento
siempre hay muchos vacíos
Están a punto de presenciar
el acto principal
el éxito de mi fracaso y mi soledad …
Bienvenidos a mi circo, bienvenidos …
se siente bien verles aquí
casi nunca viene nadie
y me toca interpretar en completa soledad
mi rutina diaria, mi historia personal …
Acerquenme sus manos
tal vez así logremos sentirnos
Humanos …
Porque en cada verso aquí escrito
cuerpos desnudos, bar y tanta guerra
esquina y mi corazón mutante
sonrisa apretada entre diente y labio
y descubrí que el futuro
le pertenece a mis pies y manos
y no hay intermediarios
entre Dios y mi corazón
Mientras la Patria ...se desangraba y moría
… yo me moría de pura poesía
Una madrugada del siglo XX …
Y entre intentos y espantos, este acto plenamente anti británico, alentado por los estadounidenses enardecidos después de años de Guerra de Secesión, hubiera creado el país más grande del mundo.

Una noche de lluvia, el reloj marcaba la transición del 3 al 4 de mayo de 1949, en esa noche fatídica Italia perdió a su máximo campeón de futbol hasta esa fecha, el Torino FC, y la base de su selección nacional, todo eso en un solo avión, en una sola tragedia, la tragedia de Superga.
Resulta que Villa San Pancracio del Retrete, era uno de los tantos poblados pequeños, parte de uno de esos tantos países latinoamericanos de los 70s gobernados por dictaduras militares.