Como te lo explico?
Es simplemente algo que siento
y lamento
desde la más miserable
y visceral de mis entrañas,
la que sirve para decir …
Ok, te vas,
te pierdo
te amé como obseso
nunca te diste cuenta
nunca me tomaste en cuenta …
Y es difícil comenzar a tratar de explicártelo
justo ahora
que con las sábanas aun revueltas
de nuestra última noche de amor
que tu concebiste como despedida
y yo nunca supe hasta este momento
que te ibas
me dices
con tu maleta muy bien preparada
de antemano …
“Me voy ..
ya no te amo”.
Y el caso es más grave aún
no me amaste nunca
yo te llené de todo lo que querías
buscabas
anhelabas
necesitabas
y tu amaste solamente eso
y efímeramente al hombre
que te cuidaba y protegía
que por maléfica coincidencia
vengo siendo yo …
Así que déjame despacio si ?
Abandoname suavemente
Como para que yo me haga la idea
obtusa
confusa
difusa
de que vas a volver
por esa misma puerta.
No, no son lágrimas mujer,
es la alergia
la alergia a esta maldita manía
de querer a la persona errónea
vanal
superficial
trivial
y no saber sacar los pies
de la trampa para zorros …
a tiempo.
Dale, abandoname despacio
y antes de irte
lo más importante
me susurraste y escribiste
mil veces “te amo”
sin tener la más mínima idea
de lo que amor significa.
Va a llegar a tu vida
muy pronto
hace tiempos … mañana, no sé
alguien que como yo
realmente te brinde amor de verdad
y no vas a saber corresponder
Porque del amor
desgraciada
poco afortunada
malograda
mujer de mis sueños
del amor
y sus confines
no conoces el más mínimo significado …
… Google it.
Paso a detallar a continuación, el sucinto informe de mi situación, estoy aquí… encerrado entre estas paredes y oprimido por el cielo falso, pensando en tí… como si aún me amaras.
Nadie supo muy bien que pasó y si fue realidad o un “ardid” publicitario para poner la Copa Mundial de Fútbol 1966 a la máxima atención mundial … cosa que de hecho ya tenían …
Estos son los momentos en que los salvadoreños deberíamos serenarnos, apelar al sentido del humor y tomarnos la situación del país más relajados, sin desesperación, sin Los Chorros desesperantes, ni los tres carriles que nadie entiende, mientras los policías de tránsito y gestores se afanan dándole duro a los pulgares mientras WhatsAppean y se aplican un sonoro soplido de viento en los Del Granjero, mientras el tráfico está dado vueltas, puesto al revés.