
Existe un lugar donde existo
morada donde no moro
habitación que no habito
donde no soy
donde no vivo
lugar en el que
a fuerza de convocar la corriente
de la memoria
naufrago en el río del olvido.
Del olvido o más bien de la indiferencia
existe un lugar donde no existo
porque mi presencia
no derriba sus barreras
son tan solo parte del saludo matinal
de un beso al azar
- - Hola como estás ?
- - Bien …
Y yo me muero de ganas de decirte
"que linda que estás …"
que he pasado la noche en vela
esperando este efímero instante.
Yo sé que no significa nada para ti
el saber que tu significas tanto para mi …
yo sé que mañana es tarde y pasado aún más
y así se disipan las esperanzas
vanas
enanas
malsanas
de que algún día repares en mi …
Sin embargo todas las cosas que amo
tienen tu rostro
por tu alma vacilante, en espiral
apenas respiro y apenas por pena
se me escapa tu nombre …
Existe un lugar donde no existo
al sur de tus labios
al este de tu pecho
mientras tu presencia
es mi constante
y perpetua veneración
mi ausencia
es para ti
una habitual condición …
Existe un lugar donde no existo
y no existo mujer …
en tu corazón.

Menos soccer y más fútbol ...
Menos "fans" y más hinchas, barras y aficionados
- 
Disculpe caballero – un cliente al mesero de un restaurante – en la lista de postres aparece un Flan “A” pero ya lo conozco, y no es muy de mi agrado … no tiene un Flan “B”?
- Cuanto lo siento señor, no tenemos Flan “B” … es un problema de nuestra cocina política.

La leyenda de Drácula se inspiró en la vida y las torturas de Vlad III, un príncipe de Valaquia del siglo XV, pero la ficción fue superada por la realidad en términos de crueldad salvaje y sadismo asesino.