Por extraña transmutación, terminé convertido en un grano de arena, cualquiera, en una playa de las múltiples playas del planeta.
Insignificante, nada del otro mundo ...
Pero vino un viento, solidario y amigo, y tal vez se compadeció de mi, o me tomó afecto, y me levantó en una ráfaga, y como yo tenía oportunidad de elegir, pedí llegar hasta la ventana de tu cuarto ...mujer dueña de mis amores, donde dormías junto al tipo que ahora es dueño de tus amores …
Era madrugada y dormías cuando llegué, claro, no te diste cuenta, porque es imperceptible un grano de arena sobre tu cuerpo, me posé en ti, te recorrí, desde tus labios hasta tu cuello en sucesivas escaladas y bajadas por tus mejillas ...
Me deslicé cuesta abajo por tu cuello, hasta tus senos, tu pecho y éste se agitó, pero no te despertaste, recorrí cada uno de tus rincones y todos me parecieron apetecibles y confortables.
Un nuevo cuesta abajo me llevó hasta tu ombligo donde caí, pero después de cierto esfuerzo logré salir y navegar al sur, y fui parte de ti y fuiste parte de mí, y yo te oí ... oí tu respiración, tus susurros, y el viento vio que necesitaba de su ayuda y me convirtió en ráfaga de luz, y la habitación se iluminó de inmediato, pero nadie despertó, y fui tromba, y fui relámpago, tierno e inofensivo, pero lleno de luz, radiante ...
Entonces sonreíste ...
Sin despertarte o despertándote tal vez, sonreíste ...
Y entendí que había llegado al centro justo, exacto, en otras palabras, donde quería llegar ...
Entonces el viento me llevó de regreso ... y fui un grano de arena otra vez, pero conservé mi luz, de tal manera que toda la gente que pasaba por mi playa se quedaba sorprendida y se preguntaba ...
- Qué le pasa a ese granito de arena ... que brilla como si fuera oro ?
El número de personas que solicitaban permisos para salir de la Europa ocupada por los Nazis creció constantemente en los años previos y durante la Segunda Guerra Mundial. Los judíos y otros refugiados que huían de la persecución en sus propios países dependían en gran medida de la ayuda de diplomáticos, cónsules y otros funcionarios extranjeros, entre ellos especial mérito a un salvadoreño.
Con un hola pudimos acercarnos,
con timidez honrosa nos dimos la mano
Doña Embajadora de los USA, describió nuestro esquema de corrupción salvadoreño como “sistematizado” y “endémico”, debemos corregirla y decirle que agregue “histórica”, los sobornos y los negocios con beneficios para pocos del Estado comenzaron desde la Capitanía General de Guatemala.