“No les estoy pidiendo que me regalen dinero … les pido que me pongan donde haya”- el popular chascarrillo en foros políticos, no deja de encerrar un manto de verdad.

Con los casos bastante documentados y a pesar de la reserva de algunos datos de los robos al Estado de los últimos dos ex Presidentes a través de las "partidas discrecionales de la Presidencia", se está derrumbando uno de los sistemas de corrupción que montaron desde la época de la dictadura militar de los 60s, 70s con algunos empresarios, sindicalistas y algunos jueces. Estamos asistiendo a un momento histórico, con una catarata de arrepentidos que confiesan que el dinero sucio de las partidas secretas corría como el agua.

 

 

Casi no hubo sector de la vida nacional que el dinero chuco no haya prostituido con este esquema malsano, se corrompieron partidos ARENA, FMLN, se fundaron partidos con bancadas compradas como GANA … se intercambiaron dineros entre los principales partidos mayoritarios y este tercer apéndice, para volverlos fondos de curso legal, se compraron viajes, automóviles, radios, empresas, spas, segundas y terceras damas …en fin.

El Fiscal General está vomitando mucho de lo que sabe. Tiene pánico pero no se calla, porque las pruebas que hay en la causa son demoledoras.

No quiero ser injusto. No quiero generalizar, porque el que generaliza, discrimina. No puedo decir que todos los areneros, todos los del FMLN y todos los de GANA son parte de este complot. Sería una soberana metida de pata pensar eso. Una desmesura. Pero si puedo decir que muchos de los políticos y los empresarios que están en los listados que han resultado de confesiones y denuncias, han cometido graves delitos. Vamos a decirlo más claro todavía: Saca, Funes, sus funcionarios cómplices y los empresarios involucrados han cometido delitos.

Pero lo más triste del asunto …

De esta catarata de corrupción colosal deberíamos de hablar hasta que cada uno de los involucrados tenga su juicio, castigo y condena correspondiente.
Pero lo más triste del asunto, es que en nuestro país, donde todo se sabe, nada queda escondido, todos los salvadoreños, sabíamos quienes había robado (tal vez nos sorprende un poquito el “cuánto”) sabíamos de sus cómplices y testaferros y a nadie le quedaba ninguna duda.

Todos los sabíamos y lo sabemos … menos los aparatos de Justicia, claro está.

Que función cumplen hoy, pregunto, porque se paga con nuestros impuestos, los aparatos burocráticos de la Corte de Cuentas, Transparencia, Probidad ante tanto desvío de fondos evidente?

Saca primero y Funes después fueron jefes de una asociación poco transparente destinada a desviar fondos del Estado. Desarrollaron un plan sistemático, minucioso para enriquecerse en forma sideral con el dinero que falta en alcantarillados, escuelas, hospitales, carreteras y ayuda social.

Eso está probado por todos lados. Hubo compras de voluntades, fueron, compras de diputados de partidos políticos para asegurar el fuero … sobronos.

Y digo sobornos y no dinero o donaciones para campaña (como fue el caso de Francisco Flores, que es una práctica de Taiwán para cualesquiera sea el Gobierno que esté al frente, o sea financiar parte de la campaña “del que viene” para asegurar el voto de existencia de Taiwán en Naciones Unidas por encima de China Popular.

 

Desde el punto de vista estrictamente legal, seguramente hay diferencias entre un delito cometido desde el poderoso aparato del Estado o desde la actividad privada. Eso lo comprendo. Pero desde el punto de vista ético, moral y político los funcionarios involucrados en la causa, tienen en su haber el mayor de los delitos.

Explico: El país está totalmente quebrado, adquiere préstamos para pagar intereses de otros préstamos anteriores, para plata que tiene básicamente tres usos:

-          Componerse (arrasar con lo que se pueda mientras se pueda)

-          Crear y pagar nuevas plazas para emplear activistas del partido político en ejercicio , con lo que sobre inflan el aparato burocrático (41 000 nuevas plazas en los gobiernos del FMLN según planillas del ISSS).

-          Incrementar las partidas discrecionales Presidenciales, el centro del “affaire” Saca – Funes.

Todo eso lo pagamos nosotros con nuestros impuestos.

Esa es la razón, por la cual hace más de 30 años los políticos son los mismos, que se “cartelizan”, que negocian prebendas y que pagan y reciben sobornos.

Todo eso pasa en nuestro país … y la seria amenaza del Radicalismo Populista a la vuelta de la esquina.

Y a El Salvador compatriotas, o lo sacamos del hoyo entre todos o nos hundimos con él.