Necesitamos tener unas gónadas del tamaño de un huevo de avestruz; el empuje y la garra de un jugador de la Selecta de Playa, es más, tres pulmones como tienen los guerreros de playa.
Necesitamos tener el liderazgo y la tenacidad que tuvo el Indio Aquino; la magia, la creatividad y la humildad sobre todo la humildad de Jorge González; el cinismo y la inteligencia del Dr. Fortín Director de Medicina Legal más de lo segundo que lo primero pero todo vale !
Necesitamos tener el activismo y el desparpajo, la falta de prudencia, que tuvo, para su época tan conservadora, Prudencia Ayala; hay que tener la plástica facial de Sigfrido Reyes, porque para decir tantas estupideces hay que poner cara de inteligente; hay que tener la valentía del policía físico culturista Johnny Rivas que murió defendiendo lo poco de orden institucional que le queda al país; la capacidad de dejarnos boquiabiertos del meteorito que estalló el domingo por la noche en nuestro cielo y nos dejó pasmados a todos …
Necesitamos tener gente como los vendedores perjudicados por el incendio del Ex Cine Avenida, con esa enjundia, con esas ganas de salir adelante, de pelearla, de luchar, de esos que pierden todo pero vuelven a comenzar a partir de cero …a partir de nada; hay que tener impulso y falta de escrúpulos, tenemos que ser intrépidos y audaces como motociclistas de Delivery, que han perdido toda norma de tránsito y te rebasan indistintamente por la derecha o por la izquierda, moviéndote el espejo, rozándote la oreja si llevas la ventanilla del carro abierta.
Gente así necesitamos, salvadoreños de esa calaña, para nuestro Gran Proyecto País.
Deshacerse de la clase política contemporánea
Habría que reinstalarlos, pero esta vez en otros lugares: lejos de las bancadas del Congreso, los foros de Idea, los almuerzos y cenas de divas y vendenalgas versátiles; o en las proximidades de los micrófonos de los medios dominantes y los dominados, en los festivales “antiimperialistas” colmados de iracundia y en las cercanías de los foros de crispación crónica, etc.
No se van a dejar … van a volver a beber del chorrito que les ha quitado la sed todo el tiempo.
El proyecto, entonces, es aceptar la donación de un viejo buque ballenero que nos da el Gobierno de Groenlandia, salimos todos los salvadoreños de este temple a encontrar a los políticos de esta era, cuales quiera sea la coloración política que tengan, aunque pataleen … los subimos al barco.
Cuando ya estén todos arriba, bien encerrados, soltamos amarras, que el viento y el mar los lleven a cualquier parte, si es a la deriva mejor …. Lo más seguro es que encerrados en la bodega de ese gran buque, al tercer día se estén destrozando entre ellos ….
Sépase, sepamos, que se vendrán, para el país, tiempos animaladamente nauseabundos. Enemigamente nauseabundos. Satánicamente nauseabundos. Por eso tenemos que deshacernos de esta clase política, de representatividad muy limitada, y que le cuestan muchísimo dinero al país.
Y a El Salvador compatriotas o lo sacamos del hoyo entre todos, o nos hundimos con él
Se viene otro “subidón” y no es de aquellos de la canción de Fey, es la realidad … ya va a ver, el precio del crudo ya anda por los $ 75. 00/barril y nosotros, tal como sabemos no producimos petróleo … consumimos como locos, pero no producimos ni refinamos … compramos y encima le encajamos 5 impuestos encima al galón!!
Han vuelto a bocas de todos, bocas de inodoro y bocas de pétalo, las malas palabras … las palabras soeces de siempre, se pueden oír en labios de un funcionario, un locutor radial, un adinerado cuando a través de su banco se quiere quedar con tu dinero y el ratero cuando a través de una amenaza se quiere quedar con tu celular …
No debe de haber mayor tristeza que la de ser prisionero de tus propios temores, más aún que de tus propios captores …
No debe de haber mayor tristeza que la de no poder confiar en nadie, y mucho menos en los que están al servicio de prestarte una seguridad … confiable.