En una de las escenas del cine que pasa a la posteridad, hace 41 años, un muy joven Robert de Niro encarna a un taxista, que poco a poco va perdiendo su control emocional … él se pregunta, repite frente al espejo y en soledad:
"You talkin' to me? You talkin' to me? You talkin' to me? Then who the hell else are you talkin' to? You talkin' to me? Well I'm the only one here. Who the fuck do you think you're talking to?"
Hoy en tiempos de acaloradas discusiones en redes sociales, de debates interminables entre ciudadanos modernos, parece haber una dinámica que se repite y es la de hablar solos frente al espejo sin escuchar ni una papa del argumento del contendiente, en el debate de turno … importa lo que yo digo, lo demás no cuenta, mucho menos si no está de acuerdo con mi forma de pensar, mato y soy capaz de matar por defender lo que pienso ... no me discutas !!

Las redes generan la oportunidad de abrir nuestro espectro relacional, de posibilitar las discusiones (en el buen sentido del término) entre todos y con cualquiera de los usuarios que integran la comunidad cibernetica. La cercanía digital entre ciudadanos comunes, su relación entre sí y la que entablan con marcas, instituciones, organismos y políticos o gobernantes es de una horizontalidad nunca antes vista.
Esta posibilidad de debatir, de confrontar ideas, coloca a los usuarios frente a un 'otro' virtual, muchas veces en contraposiciones políticas, ideológicas o simplemente mundanas con: cercanía, instantaneidad y en 140 caracteres. La nueva socialización trae consigo nuevas formas y nuevas consecuencias.

Deporte y política, pleitos favoritos en redes.
Una de las que más me llama la atención es el modo y la dirección que toman (o no toman) las discusiones en temáticas recurrentes como el deporte o la política. No son temas menores ya que son parte de la conformación cultural de nuestras sociedades y forman la agenda pública pero también la agenda ciudadana.
Existe lo que llamo falsa ilusión de debate, una dinámica que se desarrolla principalmente en base a tuiteros (a veces en posteos de Facebook), discutiendo sobre una temática de coyuntura. Se da con intercambios interminables que raramente logran generar siquiera un punto de acuerdo entre las posiciones vertidas.
Desde el punto de vista filosófico lo que buscamos es una síntesis, la búsqueda de la verdad por contraposición de ideas, un desarrollo de conocimiento que integre y exceda ambas posiciones para lograr algo nuevo. Según Hegel : "la tríada es una tricotomía, una gradación triple. Todo proceso de desarrollo (...) atraviesa por tres fases. La primera -la tesis- es negada por la segunda -la antítesis-, que a su vez es negada por la tercera, llamada síntesis (unificación), porque no sólo refuta a la antítesis, sino que reúne en sí de una manera nueva, los rasgos de ambas fases precedentes del desarrollo." (Diccionario filosófico marxista, 1946:305).

Pero es falso, en nuestro país no es más que un pleito de mercado elevado al ciberespacio.
Lo que sucede en las redes es que los usuarios hacen la parte argumentativa de la discusión pero sin concederle al otro la oportunidad de ostentar, al menos parcialmente, la razón. Conocemos la tesis, la antítesis pero pocas veces llegamos a una síntesis.
Si uno discute con alguien de quién ya conoce sus posturas previas sin siquiera darle la posibilidad de convencernos … con quién estamos hablando realmente?

El hombre con mayor poder político del planeta, el Presidente de Estados Unidos Donald Turmp -un personaje que forjó su imagen política en base a las redes- es un claro ejemplo de esta dinámica de falsa contraposición de argumentos que sólo busca menospreciar, humillar al adversario (como cualquier vulgar troll de la factoría municipal) y hablarle a los convencidos (como hacen los areneros).
El debate político o social es un instrumento más que productivo para la democracia. Pero debería enriquecernos, debería elevar el nivel de nuestras causas para integrar elementos de ambos bandos que vislumbren soluciones de continuidad. Una síntesis.

Si al hablar gritamos sólo nuestros argumentos sin escuchar los del otro nos va a pasar lo que al “Taxi Driver” de Robert de Niro. Y cabe preguntarnos si le hablamos a alguien más o si nos estamos hablando a nosotros mismos:
Well I'm the only one here. Who the fuck do you think you're talking to?"
El número de personas que solicitaban permisos para salir de la Europa ocupada por los Nazis creció constantemente en los años previos y durante la Segunda Guerra Mundial. Los judíos y otros refugiados que huían de la persecución en sus propios países dependían en gran medida de la ayuda de diplomáticos, cónsules y otros funcionarios extranjeros, entre ellos especial mérito a un salvadoreño.

Tuvo de todo, desde un partido empatado a la fuerza por incidencia del árbitro de Brasil Joao Etzhel Filho por motivos de odio político (URSS 4 Colombia 4) hasta el devastador terremoto de Valdivia, el cual tan solo 2 años antes (22 mayo 1960) arrasó con poblaciones enteras y la vida de más de 5000 chilenos, con una magnitud de 9,5 MW, es el más potente registrado instrumentalmente en la historia de la humanidad. °
Leticio vivía desde hacía diez años con su esposa, a la que amaba con la misma intensidad que el primer día, o quizás todavía más, y con su suegra … a la que aborrecía también con la misma intensidad con la que la había venido aborreciendo todos esos años, o incluso más.