- Henrietta! Por amor de Dios! Te ha poseído Belcebú acaso, esposa mía? - Gruñó el Duque de Soretel al ingresar a su recámara y encontrar un hombre con su cabeza hundida en los frondosos senos de su esposa ...
- Querido mío Jean Francois, me está auscultando ....
Ayer comenzábamos en este blog, un tema ligeramente procaz, pero totalmente real y parte de un negocio, que obviamente, en nuestro país, ya no se anuncia de esta manera por aquello de las extorsiones y de que le reconozcan la voz a Robertillo D´Aubuisson pidiendo alguno de estos servicios por teléfono, pero siguen existiendo .. (en otros periódicos como Clarín de Argentina, Tiempo y Espectador de Colombia, El Heraldo de Honduras, Reforma y El Universal en México, etc etc) y son sumamente ocurrentes.
Resulta que esa mañana Aristóteles (si, el insigne filósofo) amaneció bastante huevón … no le dio la gana de ir a las clases de su maestro Platón, que escupía más al hablar que el diputado Gallegos y de remate le caía mal, tanto así que toda su filosofía terminó basándose en lo opuesto a lo que Platón enseñaba …
“Nunca discutas con un idiota, la gente a tu alrededor puede no notar la diferencia” (Emmanuel Kant).