Tan preciso y silencioso,
como cautivante seductor,
apareciste un día,
en mi campo visual.
Se vienen las semifinales del Fútbol Nacional (si señor, así con mayúsculas, para usted que no vive, no respira, si un fin de semana no ve al Real Madrid, a la Juventus y al Bayern Munich en fila, pero no tiene la más mínima idea donde queda Jocoro), y eso es asunto delicado …
En realidad, este post, debería llamarse “Las Niñas más valientes del mundo”, porque este flagelo, esta oscura práctica subregistrada de nuestros tiempos, se da a diario, en todas partes de nuestro país a Myanmar, de USA a Camboya, de Inglaterra a Perú …
Si me van a acusar de loco, derechito al manicero mejor ! Nunca he sido persona de ir al psiquiatra. A la fecha, había logrado el precario equilibrio de mi cerebro con lo que tengo a mano: en una época cambiaba de novia semanalmente como James Bond; en otra, tomaba una que otra anfetamina, como Funes, y quedé incapaz de amarrarme los zapatos; en una, no muy lejana, abusaba de los Doritos, como doña Milagro Navas.