
Aleluya! Albricias y enhorabuenas! He descubierto que entre mi caudal de defectos múltiples, tengo un punto a mi favor, no soy ningún superhéroe, pero tengo visión de Súperman.

Básicamente, necesito que me expliquen, porque el cine y la T.V. me dieron a entender a lo largo del tiempo, que los buenos eran los muchachitos rubios y los vaqueros y los agentes secretos norteamericanos y los malos eran los indios, los chinos y los rusos …

Un día de estos, hace años ya, unos cuantos a decir verdad, estando con toda la familia en misa, esas misas para niños que ponen a los chiquitos adelante y el sacerdote que no se las quiere tirar de el “Steve Jobs de la teología” habla en lenguaje coloquial, Monseñor Delgado (que lo maneja muy bien) trataba de explicar a los niños las diferencias entre el cielo y el infierno, el bien y el mal, entre “arriba y abajo”, empezó a preguntar a los niños si preferían ir “arriba o abajo”.

Así marcha el país, dejémonos de politiquerías y de sesgos ideológicos, todo va con una lentitud, pasmosa, y del pasmo al pánico hay más o menos dos centímetros cúbicos de materia gris.