El enamorado, despechado y abandonado, aquel que entregó su vida por amor y espera en vano el regreso de quien se fue, el que masculla versos y canciones sin sentido sin sentido y entabla pláticas con el cielo falso, mira fotos viejas y se pone a llorar …

Con motivos de mi conocida arrogancia, prepotencia, alta estima de mí mismo y presto a acercarme a los sesenta años, poseedor de todo el dinero y los recursos que se necesitaban, decidí perpetuarme, darme continuidad inmortal y crear (o sea no crearlo yo, sino que darle a un grupo tecnológico importante y avanzado) la tarea de crear otro yo.
El origen más aceptado, se remonta al siglo pasado, resulta que allá por 1956, se publicó un libro infantil, llamado “Madeline and the Bad Hat”, escrito por Ludwig Bemelmans, la historia narra acerca de Madeline y un nuevo vecino, el embajador de España, que se muda a la par de su casa … con un hijo llamado Pepito.

Usted disculpe si no me sumo a su algarabía, ingesta de comida en toneladas métricas, chupi y chupi y similares, la "cumbianchada" y los parientes pasados de guaro … en el establo donde nació el verdadero Protagonista de esta fiesta, no había ni alcohol, ni comida y mucho menos … (Gracias a Dios) cumbias …

“Si no te tardas demasiado, prometo esperarte el resto de mi vida.” Oscar Wilde (a 163 años de su nacimiento).