

El mundo ha vivido equivocado, el viejo dictamen de la caída del Muro de Berlín y dejando a Occidente como ganador de la Guerra Fría.... Ganó Gorbachov y el viejo pensamiento de la sociedad igualitaria, sin dinero y con subsidios.
El enamorado, despechado y abandonado, aquel que entregó su vida por amor y espera en vano el regreso de quien se fue, el que masculla versos y canciones sin sentido sin sentido y entabla pláticas con el cielo falso, mira fotos viejas y se pone a llorar …

“Dios mío, si con el beber te ofendo, con la goma te lo pago y hasta me quedás debiendo …” (Adagio popular muy repetido por bebedores).

Algunos gobiernos conceden Medalla al Valor a héroes de guerra, bomberos aventados y embajadores que pasaron por el país sin robarse nada ni maltratar a sus sirvientes, pero esa medalla, a mi juicio, tiene un único verdadero dueño: aquel prehistórico hombre de las cavernas que se atrevió, a inicios de la Historia, a comerse el primer huevo.

El problema es la brevedad de nuestra memoria y lo extenso de nuestra ignorancia, nos concentramos a hablar, prensa, medios, seres humanos, del bendito muro de Trump que ni siquiera se ve forma de que pueda comenzar a construirse …